La Inversión Extranjera Directa (IED): motor de desarrollo en América Latina

Columnistas, Opinión

La Inversión Extranjera Directa (IED) es el principal motor de desarrollo en América Latina. Las empresas multinacionales invierten en promedio 170 mil millones de USD anuales en la región (América Latina y el Caribe), según datos de la CEPAL.

Sus efectos más visibles son: Mayor crecimiento económico, Generación de empleo de calidad. Pero uno de los beneficios más importantes es indirecto: la transferencia tecnológica, es decir, la adquisición de conocimiento implícito en los procesos gerenciales y productivos de las multinacionales.

Desafortunadamente, la Constitución de 2008 ahuyenta la IED, por su diseño institucional integral que genera: Incertidumbre jurídica, Concentración de poder económico en el Estado, Eliminación de garantías clave para el inversionista internacional

La Dominancia estatal en sectores estratégicos, la Constitución declara estratégicos sectores como minería, hidrocarburos, energía, telecomunicaciones, agua y transporte. En estos, el Estado puede Participar directamente, Reservarse la explotación, Decidir unilateralmente las condiciones de la inversión privada; el Resultado: la inversión privada queda relegada a una posición subordinada, sin libre competencia ni asociaciones público-privadas reales.

La Prohibición del arbitraje internacional (Art. 422), Ecuador no puede someter controversias contractuales o de inversión a tribunales internacionales (CIADI, UNCITRAL, etc.). Consecuencia: el inversionista queda expuesto exclusivamente a tribunales nacionales, percibidos como influenciables por coyunturas políticas.

La Modificación unilateral de contratos, el Estado puede renegociar, modificar o extinguir contratos en sectores estratégicos por “interés público” o “cambio de circunstancias”. Esto se dio entre  el 2008-2014: Conversión forzosa de contratos de participación a prestación de servicios, Aumento unilateral de regalías, Limitación de utilidades

Según datos de la CEPAL, entre el 2010-2023, el promedio anual de IED en Chile fue de $12.500 MM, Perú $7.800MM, Colombia $12.000 MM, Ecuador $700 MM 

Ecuador, siendo dolarizado (ventaja teórica enorme), recibe menos IED que países con moneda propia y mayor riesgo cambiario.

Como conclusión, la Constitución de 2008 creó el entorno jurídico más hostil a la inversión privada de toda Sudamérica al combinar: Concentración de poder económico en el Estado, Eliminación del arbitraje internacional, Facultad de modificación unilateral de contratos, Rigidez normativa de rango constitucional

Este diseño institucional explica por qué, 17 años después, Ecuador sigue captando niveles marginales de IED pese a sus ventajas comparativas naturales y a la dolarización. En tal virtud, el problema no es ideológico: es constitucional.

Amigos lectores: Más allá de la polarización política que divide al país, Ecuador necesita Inversión Extranjera Directa. Porque la IED genera empleo, riqueza y mejora la calidad de vida. No es una opinión, es una necesidad económica. Y sí, a veces es difícil de entender para algunos. Pero los números no mienten. (O)

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