La filantropia en las instituciones

Las Instituciones públicas y privadas dependiendo la manera de pensar en construir y poner en práctica no solamente el bienestar económico sino principalmente el bienestar social hace de que en el medio ambiente ambateño y tungurahuense se ha tenido desde mucho tiempo atrás al Club y al Comité de Damas de Abogados de Tungurahua.
Se debe recordar por ejemplo en hace 26 años atrás la Sra. Ing. CECILIA ANDRADE DE VACA Presidenta del Comité de Damas de Abogados de Tungurahua hace labor social, visitando las instituciones más necesitadas como el Hospital de Ambato en las áreas vulnerables entregando en las secciones de pediatría medicinas recopiladas de las empresas privadas, farmacias y boticas colaboradoras. La Presidenta del Comité de Damas de Abogados de Tungurahua dejó constancia de la colaboración de estas instituciones expresándose de la siguiente manera:
“Ninguna acción social puede prescindir de una reflexión sobre el hombre y la mujer, sus condiciones culturales, sociales, políticas, económicas, etc. No hay relación social fuera de las sociedades humanas y no hay hombres aislados o mujeres aisladas y entonces nos corresponde examinar de donde nace esta diferencia en que los unos sean masculinos y en otras femeninas?. He aquí los estragos de la división de clases y la superposición de unos sobre otros imponiendo condiciones económicas, sociales y culturales.
La Filantropía que al ser practicada por un hombre es digna de loa y encomio, adquiere matices de belleza sin par, cuando es ejercida por una mujer. Lo verdaderamente asombroso, lo que llena el corazón de una admiración sin límites, es encontrar a la mujer, a la esposa, a la madre, a la hermana, a la hija, a la amiga, a la maestra, a la trabajadora, a la derrotada, sacrificada y a la progresista y positiva que, sin desatender ni un ápice de sus deberes conyugales y maternales u hogareños encuentre todavía dentro de sí energías sobrantes para dedicarlas a sus semejantes, especialmente a los que sufren y necesitan consuelo, visitando hospitales, llevando medicinas a las familias indigentes y juguetes a los niños pobres, distribuyendo fondos para la construcción de asilos y albergues de ancianos y realizando mil otras labores diversas inspiradas en la sublime divisa cristiana que dice: “ Ama a tu prójimo como a ti mismo”. ¡Cómo nos sentimos orgullosos de ellas y cuanto la admiramos!.
Cómo habrá de idolatrarla el hombre afortunado que comparte su existencia.
Con que devoción le ofrecemos este humilde acto de cortesía y homenaje, para decirle: Heroína de bondad, tu nombre es digno de ser escrito eternamente en las páginas de la historia con letras del más puro y diáfano cristal. Heroína de la piedad que cuando llegue la hora. Dios te acoja amorosamente en su seno para nombrarte Princesa de los Cielos”. (O)