La Cultura de Tungurahua en el sitio que merece

Columnistas, Opinión

519 Artistas y Gestores Culturales parte de la Asamblea Provincial de las Artes de Tungurahua sufragaron su voto en el democrático proceso desarrollado en las elecciones de este sábado 16 de agosto, para dirigir la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión núcleo de Tungurahua. 249 de esas personas votaron a favor de la Lista 2, la Lista del Colectivo “Renovarte”; 245 personas votaron a favor de la propuesta de la Lista 1 del Colectivo “PRO Cultura” y 25 de esas personas votaron a favor de la Lista 3 del Colectivo “Potencia Cultural”; demostrando una significativa ausencia en la participación que sosteniene la institucionalidad cultural en la provincia, ya que, las personas convocadas en esta contienda electoral cultural fueron 1337, de las cuales únicamente asistió el 40% aproximadamente.

La Casa de la Cultura a nivel nacional representa, según la Ley Orgánica de Cultura, una institución pública con “autonomía desconcentrada” liderada por el sector cultural en cada territorio; es decir quienes la conforman son los miembros de número de esta noble institución y también los miembros del Registro Único de Artistas y Gestores Culturales RUAC, quienes tienen la potestad “legal” de sostener los procesos desde la institucionalidad, que promueven la circulación, difusión y producción de bienes y servicios culturales en todo el país.

Ahora bien, dentro del serio desmantelamiento institucional en materia cultural, la Casa de la Cultura es la única institución pública que recibe fondos públicos (del Estado), que desde la autonomía del sector, representa la única alternativa que le queda a la Cultura para ser “defendida” y “representada” de forma adecuada ante el ejecutivo de turno, ya que, los representantes de esta institución serán los encargados, en cada uno de los 24 núcleos provinciales y a nivel nacional de: exigir el respeto a nuestra institución; de gestionar mayor presupuesto nacional para la Cultura; de implementar una fórmula de reparto más equitativa de los recursos económicos en cada una de las provincias (lo que no ha sucedido hasta la fecha actual); de defender el respeto a los derechos culturales adquiridos por toda la ciudadanía en Ecuador; de lograr la implementación de más espacios para las Artes y la Cultura, etc.

Ahora bien, frente al panorama en cada provincia, deseámos que cada uno de los candidatos ganadores “democráticamente” se basen en las propuestas profesionales que procuren resolver las enormes problemáticas que permanentemente enfrenta el sector artístico, cultural y creativo en cada territorio de nuestro país, pero en especial, que a nivel nacional puedan los directores electos de los 24 núcleos provinciales, elegir a la persona más idónea, que tenga primero principios básicos de honestidad, autoridad moral, experiencia y sobre todo que piense realmente en el bien común de toda la valiosísima gente que está detrás de este sector tan representativo y delicado, que amerita permanente atención estatal y no la tiene usualmente; ya que, a nivel nacional se requerirá la posibilidad de que dicho representante tenga la capacidad de diálogo firme con el Presidente o Presidenta de turno de nuestro país, para que comprendan que la Cultura no es un lujo, sino un derecho colectivo y que refleja permanentemente quienes somos como pueblos organizados y qué nos puede faltar por mejorar.

Estamos totalmente convencidos firmemente de que la Cultura es un eje fundamental del desarollo de nuestros territorios, esperemos que las Autoridades culturales elegidas lo comprendan también y ese discurso sea incorporado en su accionar.

De mi parte, en lo personal, aprovecho para agradecer profundamente a toda la gente hermosa vinculada con estos espacios que creyó en la propuesta de la Lista 1- “PRO Cultura”, a la que tuve el honor de representar en esta contienda electoral que se disputaba el liderazgo de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión núcleo de Tungurahua, a todos los Artistas y Gestores Culturales que necesitan una representatividad profesional y justa para que esta institución siga fortaleciendo el legado que el gran Benjamín Carrión nos dejó cuando la creó, que con profunda nostalgia deseámos, jamás muera. (O)

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