Jesús Profeta, político y ser humano

Con el respeto a las demás creencias y religiones y como católico que soy, quiero hacer un paréntesis y exprésame sobre el personaje más grande de todos los tiempos, Jesucristo, en esta semana santa en lo espiritual, como en lo político, siendo Jesucristo el modelo a seguir, porque Jesús es el profeta, político y maravilloso ser humano, pues, jamás ha existido otro personaje como él, porque desafío al poder político del César, de Pilatos y del imperio romano, así como el de los guías religiosos que comercializaban en la casa de su padre y oprimían al pueblo palestino. Para él la única autoridad a quien se debía lealtad y servicio era a Dios, padre celestial, no al sinvergüenza del César, lo que de acuerdo a las autoridades y líderes religiosos de aquella época, atentaban con el orden establecido.
Jesús defendió a los pobres e indefensos, a las mujeres, a los marginados y pecadores otorgándoles una nueva oportunidad, un papel de suma importancia en la sociedad; su mensaje les concedió voz y voto desafiando al sistema que los excluía.
Jesús fue un profeta libertario, no como los de hoy, demagogos, vivísimos, que quieren llegar al poder y una vez en el sillón presidencial se diluyen las ofertas de campaña, y los otros hasta llegar a la asamblea donde se convierten en vulgares alza manos, obedeciendo al jefe de bancada. Jesús libertario por su mensaje donde brindo alivio y paz para los pueblos dominados por el imperio romano, que sufrían de castigos, impuestos tributarios y opresión igual como sucede hoy en Venezuela, Nicaragua, Afganistán, entre otros países; sus palabras de libertad condenaron el sistema totalitario político de la época, que usaban a los mercenarios y militares para reprimirlos, Mateo 20. 25-29 dice “ El que entre ustedes quiera llegar a ser grande, sea vuestro servidor, y el que entre vosotros quiera ser el primero, sea vuestro siervo, así el hijo del hombre no ha venido a ser servido, si no a servir y a dar su vida al rescate por los pueblos”, Jesús fue la esencia de la libertad y proclamó esta facultad en lo espiritual, al liberar al creyente del pecado, del miedo y del castigo que imponían los mamarrachos y leguleyos y religiosos, de esa época; así como de las normativas y sistemas de creencia que condicionaban e intimidaban al pueblo.
El hombre más grande de todos los tiempos, devolvió la dignidad a aquellos grupos humanos que por su condición de salud (leprosos) o moral de “pecadores” eran excluidos de la sociedad, luego se les concedió autonomía, esperanza y libertad frente a Dios. Jesús el profeta más grande quien cambió la historia del mundo y su influencia persevera en el tiempo en lo religioso. En la historia seglar y en la vida de cada ser humano, en esta Semana Santa a Jesús debemos recordarlo con fe, amor, respeto y profunda devoción. (O)