Institucionalidad Cultural y Ecuador

Columnistas, Opinión

Tantos cuadros pintados de forma extraordinaria; tantas canciones que se vuelven hits del momento; tantas danzas desde el corazón; tantos poemas escritos para el alma; tantas obras de teatro que hablan la verdad comprendida desde lo más sensible del ser humano; tanta sabiduría ancestral convertida en Identidad; tanta creatividad junta; tanta gente virtuosa y llena de pasión por lo que ama hacer; de todo eso y más, está lleno el sector cultural.

Un sector tan escencial para nuestro desarrollo como pueblos, pero tan desatendido tantas veces por el Estado ecuatoriano, independientemente del poder de turno.

Ahora mismo, vivimos en un momento crítico para el sector cultural, hace algunos años la debilidad institucional nos va pasando factura en provincias, en los sectores donde los procesos culturales nunca mueren y perduran en el tiempo, espacio y memoria; allí, donde deberían primar los presupuestos para mantener viva la tradición de cada pueblo originario, de cada expresión cultural llena de vida y colores, de cada proceso que refleja nuestra propia Identidad, allí, estamos en peligro, desde la corta visión que han tenido tantas veces las Autoridades de turno que se jactan de invertir en Cultura, pero únicamente pagando altísimas cantidades de dinero (que le pertenece al pueblo), para contratar a Artistas internacionales, porque seguro piensan que merecen cobrar mucho más dinero que nuestros propios Artistas locales, quien sabe de dónde sacan esa lógica, pero por décadas lo hemos vivido impávidos y quietos, sin decir absolutamente una palabra y únicamente quedándonos en la queja.

Ahora, dentro de esa triste realidad, dentro de darnos cuenta que el desmantelamiento institucional en materia cultural nos debilita, reflexionamos en relación con el importante rol que juega la Casa de la Cultura a nivel de todo el Ecuador, si, un rol importantísimo, ya que, es la única institución pública que recibe permanentemente fondos estatales, pero que se maneja desde la autonomía propia de su gente (Artistas y Gestores Culturales parte de cada Asamblea territorial). 

Esta noble institución es la única que ha resistido en procesos de cambio, para tratar de que el sector cultural maneje todavía un cierto grado de representatividad nacional y en cada provincia de nuestro hermoso país.

Sin embargo, comprendemos que aún falta muchísimo por construir y mejorar, coadyuvar a que las Autoridades de turno comprendan la importancia de invertir en procesos culturales que fortalecen a su propio pueblo es básico; iniciar procesos de impulso a las Industrias Culturales y Creativas es lo que esta era requiere de sus líderes sociales y políticos; aceptar que la Cultura activa la economía y mejora condiciones de vida de millones de familias es tan sencillo como aceptar que mientras el tiempo avanza también todo cambia, y depende sólo de nosotros en comunidad que esos cambios, siempre sean para mejor y no para peor.

¿Qué desear? Que la gente se dé cuenta que un territorio mientras más espacios para las Artes y la Cultura posea, más desarrollo va a reflejar. Y que depende única y exclusivamente de nosotros, generar los cambios estructurales que se requiera, hasta lograr que nuestra realidad, por más triste que sea, pueda mejorar. (O)

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