Informalidad golpea ventas florales

El pasado fin de semana, mientras muchas familias celebraban el Día del Padre, las floristas del Boulevard de las Flores, ubicado en la avenida 12 de Noviembre de Ambato, vivieron una jornada desalentadora. Las ventas, que solían incrementarse durante esta fecha, fueron mínimas. Así lo confirmó Tula Cruz, presidenta del colectivo, quien expresó su preocupación por la creciente competencia informal.
“El movimiento ha sido muy bajo, casi nulo. Pasamos botadas, como se dice”, manifestó con pesar. Según relató, las ventas no alcanzaron ni el 10% de lo que se solía comercializar en años anteriores. Las razones, asegura, son múltiples: la situación económica del país, la proliferación de vendedores informales y la falta de control en zonas estratégicas de la ciudad.
Cruz indicó que, mientras en el Bulevar las floristas esperaban a los clientes, otros puntos como iglesias y redondeles estaban repletos de vendedores sin permisos, ofreciendo flores incluso en baldes. “La iglesia de Santo Domingo parecía un mercado de flores. Ya no es como antes”, lamentó.
La dirigente también recordó que, a diferencia de los informales, las comerciantes del Bulevar cumplen con sus obligaciones tributarias y pagos municipales. “Pagamos arriendo, luz, agua, facturamos con IVA, estamos catastradas. Solo por usar la vereda este Día del Padre pagamos 150 dólares al Municipio”, explicó ya que a cada comerciantes se le cobró 10 dólares por uso de suelo. A esto se suma la inversión en flores de alta calidad, que son perecibles y deben venderse pronto para no perderse.
El contraste con los informales es notorio, dice. “Ellos venden en la calle, hacen su dinero y se van. No pagan nada. A nosotras sí nos controlan, y nosotras cumplimos”, expresó con resignación.
Pese a los esfuerzos y la tradición comercial de Ambato, el informalismo sigue ganando terreno, afectando gravemente a quienes sostienen el comercio formal. Cruz agradeció a la Dirección de Servicios Públicos por permitirles ocupar el espacio municipal, pero considera urgente que se apliquen controles más estrictos.
“Damos gracias a Dios que por lo menos no nos falta el amor, pero el negocio ya no es como antes”, concluyó. Las floristas esperan que para futuras fechas especiales se generen condiciones más equitativas que les permitan mantener su sustento. (I)