Hora de los cambios

Los resultados contundentes del referéndum y la consulta popular del 16 de noviembre, con un claro 60% de rechazo a las preguntas de la consulta, lo dicen todo. Es necesario, urgente e imperante que el gobierno haga una lectura adecuada, técnica y real sobre el mensaje que ese resultado le envía, no es para un simple y frio análisis de datos, en donde se pretenda minimizar la derrota con un mensaje básico y retorico de que el presidente ofreció la consulta y lo cumplió, porque recordemos que hasta dio anticipada e imprudentemente posibles nombres de asambleístas constitucionales, ni tampoco decir que la oposición triunfo y retornamos al pasado. ninguno de los extremos es adecuado, Estamos en un momento crucial para ceder posiciones, bajar egos, idolatrías, fanatismo, antipatías, persecuciones y odios y con humildad aceptar la decisión popular, analizar los errores cometidos, buscar soluciones y actuar de inmediato.
La sociedad ha palpado situaciones que le han incomodado, el no reconocer que vivimos una profunda crisis de inseguridad ciudadana, como en el sistema de salud pública fue letal, por más discursos repetitivos de las autoridades que esta bajo control, en el día a día la gente siente todo lo contrario, la eliminación del subsidio al diésel aduciendo que nada subirá de precio también resulto una inconsistencia al momento de realizar las compras de todo. La falta de empatía del régimen y la desconexión con los sectores sociales también paso factura, el cerrar las puertas al dialogo le revirtió cual búmeran en su contra. La falta de obra pública visible, la falta de medicinas, reactivos y atención en el sistema de salud pública, la falta de cupos en las instituciones de educación pública, la grave crisis que vive el Seguro Social, la falta de empleo adecuado (apenas 3 de cada 10 ecuatorianos lo tienen), las extorsiones, la inseguridad en todas partes a toda hora, fueron entre otras cosas los detonantes para que opositores, ex seguidores e independientes, reaccionen a través de la papeleta electoral rechazando a todos estos problemas.
La poca efectividad en los equipos técnicos, políticos y asesores del gobierno, profesionales con poca o ninguna experiencia en el sector público, en construcción de pública publica, en manejo de fondos y planificación publica fue muy claro. Finalmente, el performance de los asambleístas del oficialismo a limitarse a facilitar los proyectos de ley urgentes que envía el ejecutivo sin un debate profundo y técnico, peor análisis ni aporte, así como la incorporación al ejecutivo y al legislativo de elementos nada apropiados a la gestión ni a la imagen del gobierno, en contexto hicieron que la ciudadanía vea con incomodidad e inconformidad estas situaciones y termine votando en contra de todo esto mas no de las preguntas de la consulta. Ojalá se haya aprendido la lección. (O)
