¡Gracias presidente Trump!

Donald Trump no es santo de mi devoción. A pesar de comulgar con el conservadurismo republicano, hay cuestiones de fondo que en lo personal no comparto con el presidente norteamericano. Y claro, hay también logros importantes dignos de destacar que podríamos revisarlos en futuras ocasiones.
Pero, más allá de afectos o desafectos, existen cuestiones pragmáticas y de enorme impacto mundial protagonizadas por el líder norteamericano con las que no podemos sentirnos indiferentes. Una de ellas, la más reciente, fue la intervención militar de la semana pasada en la que Estados Unidos atacó Irán destruyendo los hangares subterráneos donde este último almacenaba uranio enriquecido con el propósito de usarlo en armas nucleares.
Y aunque Trump a usted le provoque urticaria, este solo hecho debiera convocar la gratitud imperecedera tanto para él como para al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu de parte de todos aquellos que en el mundo estamos del lado correcto de la historia. Se lo explico por qué:
- Se acaba de neutralizar, al menos temporalmente, un posible conflicto armado de magnitudes apocalípticas para la humanidad.
- Con fundamentalistas que siembran muerte y terror en todo el planeta no hay que tranzar. Eliminarlos o reducir su poderío bélico, como lo ha hecho EEUU, es el único camino.
- Para quien buscaba que EEUU cuente con el “visto bueno” de algún organismo internacional previo el ataque, hay que recordarle que, entre otros, la ONU apoya irracional y desvergonzadamente a esos grupos terroristas que asesinan deliberadamente a la población civil de Israel, mantienen en vilo al planeta, y condena, a la vez, la legítima defensa bélica de parte del agredido llevadas a cabo exclusivamente contra objetivos militares en Palestina. Con la ONU ni a la esquina.
- Trump tomó la decisión solo después de confirmar la amenaza pronta e inminente que representa Irán para el mundo. ¿De qué forma?…
- Irán contravino los incesantes llamados de atención que le hizo la Agencia Internacional de Energía Atómica, entre otros organismos, respecto a enriquecer uranio a límites cercanos al grado armamentístico, haciéndolo dizque con fines pacíficos. Además, Irán ha repetido expresa, frecuente y categóricamente que su objetivo es exterminar a Israel y a toda persona y/o Estado hereje que no profese el Islam. Siempre estuvo más que confirmado el gravísimo riesgo que representa ese Régimen teocrático para el mundo.
- La inteligencia militar de los EEUU e Israel no son cualquier pamplina, su alta tecnología les permite saber perfectamente y en tiempo real qué hacen, dónde están y hacia dónde se dirigen sus objetivos, de manera que, al confirmar sus verdaderos propósitos, la preparación iraní para un ataque atómico no fue un invento, fue una realidad que por el momento se evitó.
Una vez más, gracias presidente Trump por asestar un durísimo golpe al mayor reclutador y financista de terroristas del mundo, y de refilón, le pegó también a la izquierda extremista como su brazo político. (O)