Fiestas rurales e Intendencia / Editorial
Preocupación e indignación ciudadana entre dirigentes y miembros de las respectivas comunidades campesinas, ha provocado la intervención de la Intendencia, antes del inminente inicio de las fiestas populares, con el anuncio que el evento no puede realizarse por el incumplimiento de requisitos o la falta oportuna de tramitación del permiso.
Recientemente, en la comunidad de San Pablo de la parroquia Santa Rosa, este fin de semana, algunos eventos no pudieron realizarse, como se había programado, dentro del largo período de fiestas de casi tres semanas. Si bien los dirigentes conocían el problema, los campesinos del lugar no entendían como la Intendencia podía suspenderles el evento, al que habían acudido en familia.
Si se trata de inobservancia de formalidades, debería existir la flexibilidad de la autoridad del Gobierno para no suspender un evento festivo popular. Si son procedimientos los inobservados, con posibles daños, la Intendencia debería suspender el evento, con las debidas justificaciones. Las autoridades están obligadas a motivar y fundamentar sus decisiones. (O)