Fiesta termina en tragedia; hallado sin vida 

Policiales, Seguridad

Luis R., de aproximadamente 27 años, salió de un bautizo con la sonrisa de quien celebra la vida, pero nunca regresó a casa. Fue la última vez que su familia lo vio con vida, la noche del sábado, cerca de la medianoche, cuando la música se apagó y las calles quedaron en silencio en Quero.

A las tres de la madrugada del domingo, su ausencia se hizo pesada. Lo buscaron por las esquinas, en las casas de amigos, llamaron a su teléfono que sonaba sin respuesta, hasta que el domingo se convirtió en un lunes cargado de incertidumbre y temor.

La tarde del último lunes, la noticia cayó como un golpe en el pecho: Luis había sido hallado sin vida dentro de un pozo séptico. Los gritos de dolor de su familia rompieron el aire, mientras los vecinos, en silencio, se acercaban a mirar con incredulidad cómo el cuerpo era rescatado.

Luis deja en la orfandad a cuatro hijos, que esperaban con ansias que su padre regrese, sin imaginar que la puerta de casa no volvería a abrirse para él. El pozo, convertido en tumba, guardó su cuerpo mientras las horas se alargaban en la angustia de su familia.

Ahora queda el vacío en casa, el eco de sus pasos que no volverán, y el lamento de un barrio que aún no comprende cómo una celebración terminó convirtiéndose en el escenario de una tragedia. (I)

Deja una respuesta