Escuelas con cero tolerancia al alcohol

Ciudad

El Ministerio de Educación implementa un plan preventivo contra el consumo de alcohol en instituciones educativas, reforzando su política de cero tolerancia y fortaleciendo la corresponsabilidad con toda la comunidad educativa.

Olger Mariño, coordinador Zonal 3 del Ministerio de Educación, explicó que actualmente se aplican rutas y protocolos claros cuando se detectan casos de consumo o riesgo de consumo de alcohol dentro del entorno escolar. Esta estrategia parte del respeto al Código de Convivencia de cada institución, el cual recoge normas internas construidas por directivos, docentes y representantes de las familias.

“El artículo 20 de la Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI) establece la corresponsabilidad entre docentes, el Ministerio y los padres de familia”, enfatizó Mariño. Según dijo, este principio permite actuar de manera conjunta ante cualquier señal de alerta que se presente en los planteles.

El proceso ante un caso sospechoso se ejecuta en cuatro pasos. Primero, se realiza la detección del riesgo por parte de los miembros de la comunidad educativa. Luego viene la intervención directa, en la que el DECE (Departamento de Consejería Estudiantil) o la autoridad institucional se comunica con los representantes legales del estudiante.

El tercer paso es la derivación al Ministerio de Salud Pública, donde el estudiante puede recibir atención psicológica profesional. Finalmente, se activa un proceso de seguimiento en el que participan tanto los docentes como la familia.

Aunque este año no se han reportado casos dentro de las instituciones de la Zona 3 —que abarca Tungurahua, Pastaza, Chimborazo y Cotopaxi—, Mariño aseguró que se trabaja coordinadamente con la Policía Nacional y la Intendencia para mantener el control también fuera del entorno escolar.

Sobre qué se procede cuando se detecta a un estudiante en la vía pública, con uniforme y en presunto estado etílico; el Ministerio actúa: el DECE contacta de inmediato al representante legal del menor para abordar la situación y establecer las medidas necesarias, recordando que gran parte de la responsabilidad recae en el entorno familiar.

“Por eso hacemos un llamado a los padres a mantener un control constante. No solo se trata de lo que sucede en la institución, sino también fuera de ella”, concluyó Mariño. (I)

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