El Síndrome de Diógenes

Conocido como un trastorno del comportamiento, el cual es más común en personas mayores, pero puede ocurrir a cualquier edad; suelen presentar un conjunto de síntomas aunque no existe una única causa para el Síndrome de Diógenes; diversos estudios sugieren que está estrechamente ligado a varios factores psicosociales, entre ellos: la soledad crónica, la depresión, la pérdida de un ser querido, problemas emocionales, la separación del ambiente laboral, falta de vínculos afectivos, apego extremo a los objetos, trastornos de ansiedad, problemas de personalidad como la esquizoide o paranoide, y enfermedades psiquiátricas.
El síndrome de Diógenes, es un problema invisible que requiere mayor atención; existen muchas personas que lo padecen, pero lastimosamente permanecen ocultas tras las puertas de sus hogares y en ocasiones sin que nadie detecte el problema hasta que el deterioro es extremo y en mucho caso fatal.
Una persona que padece este síndrome va más allá de la acumulación de objetos, tiene como características el abandono personal, social, acumulación compulsiva de objetos y basura en el hogar, además; suelen descuidar su higiene, alimentación, lo que conlleva a problemas graves de salud, aislamiento extremo.
En muchas ocasiones, los acumuladores atribuyen un alto valor sentimental a sus pertenencias y no pueden desprenderse de ellas.
Abordar el Síndrome de Diógenes es complejo, principalmente porque quienes lo padecen rara vez reconocen su problema y rechazan la ayuda; por eso, es importante identificar a las personas con este síndrome lo antes posible y obtener un diagnóstico adecuado para que se pueda brindar un apoyo efectivo y oportuno.
Dentro del tratamiento para las personas que padecen este síndrome es ofrecer apoyo social; terapia psicológica, y de existir una enfermedad psiquiátrica asociada el tratamiento debe ser efectuado por un especialista; la familia amigos y vecinos cumplen un papel fundamental como una red de apoyo social.
La prevención es igualmente importante, el mantener una red de apoyo, realizar visitas médicas regulares y fomentar hábitos de higiene y organización en la vida diaria pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollar el síndrome.
Reconocer los signos, ofrecer apoyo y entender que no se trata solo de una acumulación excesiva de objetos, sino de un trastorno que afecta profundamente la dignidad y calidad de vida de quienes lo padecen. (O)