El mundo futbolístico

Columnistas, Opinión

Los ofrecimientos económicos para cumplir los «trabajos», en el mundo futbolístico, no sólo en Sur América, sino donde se practica el rey de los deportes el fútbol, han proliferado, las casas de apuestas y los apostadores también hoy están manejando mucho dinero, sobrepasa los salarios de muchos profesionales del fútbol, a un jugador al que intentaron sobornar lo habían visitado las mafias en su domicilio y le habían dado las pautas como tratar de hacer faltas y le  aseguraron  que pagaban USD 5.000 por cometer un penal, otros USD 5.000 por dejarse marcar un gol y las cifras podían llegar hasta USD 20.000 por partido si se cumplían varias condiciones. El soborno se entregaba en dos partes al deportista, las mafias pagan por adelantado, 2.500 dólares. Y si no cumplía, tenía que devolver.

Sin embargo, el incumplimiento de los «tratos» no sólo implicaba devolver el dinero, sino enfrentar serias amenazas de muerte. Cuando los futbolistas se resistían o fallaban en el “trabajito”, las advertencias han sabido volverse brutales.  Los empleados de los capos han sabido hacer señas con banderas desde las tribunas para señalar que ya se debía realizar el minuto exacto del gol, o la falta penal; si se cumplía el requerimiento mafioso, no pasaba nada y lo abonaban el resto, pero si no cumplían, las visitas eran intimidantes. El relato de un episodio ocurrido en un estadio, ilustra la escalada de violencia y miedo. El jugador recordó la aterradora advertencia: los empleados de los capos advertían que en el primer tiempo tenía que haber dos goles por lo menos  de diferencia a su favor para tratar de asegurar, el partido.

La razón del pánico era por la enorme cantidad de dinero en juego: el presunto sobornado había informado de que le habían mostrado un voucher de 180.000 dólares apostados. Si perdían esa plata, amenazaban con matar a su padre, a su madre o a sus hijos. Este impactante testimonio pone en duda de la presunta existencia de una red organizada que pone en riesgo la vida de los futbolistas y sus familias. Esta investigación concluye que, solo tras un encuentro al menos tres futbolistas estarían comprometidos con la red de corrupción. Ventajosamente en nuestro país todavía no se ha escuchado nada sobre estos probables amaños de partidos, inclusive la situación no es sencilla en nuestra legislación, no existe la tipificación en el COIP sobre el amaño de partidos de forma puntual. Y aquí debería adelantarse algún Asambleísta y lanzar una propuesta de reforma al COIP, pues de darse estas irregularidades exigir una investigación exhaustiva y medidas drásticas en contra de los capos de apuestas y proteger a los jugadores.

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