EL MUNDO AL REVÉS (2)

La semana pasada, bajo el mismo título, tratamos de explicar por qué ganó el NO en la reciente consulta popular, y la verdad, concluimos que no hay explicación racional alguna como cuando decimos, mira: “el día y la noche son producto del movimiento de rotación de la Tierra”, respuesta esta que nos deja satisfechos no solo porque la entendemos perfectamente, sino por su inequívoca claridad. En el caso de la consulta, como en muchos otros episodios -sobre todo electorales- en nuestro país, ningún movimiento rotatorio podría explicarlos, salvo afirmar que el mundo está al revés.
Decíamos también que este tipo de irracionalidades sin sentido ni explicación no son exclusivas del Ecuador, sino que ahora mismo el mundo entero está viviendo una serie de atrocidades de brutal incongruencia, de ahí que, aquello de “los pájaros disparando a las escopetas” queda corto. Veamos.
El mundo está al revés porque la ONU como organismo internacional que, se supone, vela por la paz, seguridad y los derechos humanos de todos apoya, defiende y encubre, sin embargo, a grupos terroristas que, sin dios ni ley, actúan como un cuasi gobierno en Palestina y otros lugares, mientras que, al gobierno legítimo de Israel que se defiende de los ataques del enemigo, lo descalifica y acusa permanentemente.
El mundo está al revés porque estos mismos grupos terroristas cobijados por el Islam como religión, comenzaron a penetrar abierta y agresivamente en occidente imponiendo su “cultura” de violencia, irrespeto a otras religiones, misoginia, poligamia, pedofilia, terror y muerte. Todas estas aberraciones, inmoralidades y delitos no son una declaración teórica de lo que vendrá, son ya una realidad que de a poco las están imponiendo -repito, imponiendo- en las principales capitales y ciudades del mundo, y lo peor, con la anuencia de autoridades y fuerza pública.
El mundo está al revés cuando se exhiben niños palestinos de tan solo doce u ocho años o incluso menos a los que ya les enseñan a odiar y a matar: vestidos de negro, empuñando verdaderos fusiles más grandes que ellos, el pecho cubierto con pesados cintos de balas que cruzan de lado a lado, algunos con capuchas que apenas dejan entrever sus ojos, pero todos henchidos de orgullo y mostrando una impropia bravura.
El mundo está al revés porque como vemos, el fanatismo religioso es demencial, pero el político no se queda atrás. Los narco-políticos, dictadores y asesinos izquierdistas de la talla de los Krichner en Argentina, los Castro en Cuba, Chávez y Maduro en Venezuela, López Obrador y Sheinbaum en México, Morales en Bolivia, Ortega en Nicaragua y Correa en Ecuador, a pesar de su innegable vinculación con el hampa, siguen vigentes y ganan elecciones.
Hay mil ejemplos más, pero con estos pocos, espero alertar que buena parte de la humanidad pareciera haber sido sedada con algún tipo de alucinógeno que veda completamente el sentido común y el amor propio, convirtiendo el mundo al revés.
