El doble discurso / Editorial
La eliminación al subsidio al diésel en el Ecuador pone de cabeza a algunos políticos que antes indicaban y se referían a este subsidio como nefasto y que beneficiaba a sectores ricos. Ponían de ejemplo a ciudadanos que compraban vehículos de alta gama que funcionaban con diésel y este subsidio los beneficiaba.
Ahora se rasgan las vestiduras y critican abiertamente al presidente Daniel Noboa por haber eliminado el subsidio al diésel. A un expresidente se lo escuchó en grabaciones en el pleno de la Asamblea, decir hace algunos años atrás, su apoyo a eliminar este subsidio.
Ahora cuando los confrontan con esa grabación, a él y su bancada, se quedan sin argumentos. Parece que solo buscan oponerse por oponerse sin pensar en el Ecuador. El doble discurso no cabe en el Ecuador. Criticar una medida que beneficiará a todos los ecuatorianos, a pesar del costo político del que toma valientemente esta decisión, no es opción.
Colombia y Perú han sido por años beneficiados con el subsidio al diésel ecuatorianos ya que nuestro combustible por ser mas barato se lo llevaba a esos países a comercializarlo a un valor mas elevado. Es decir, los contrabandistas hacían feria con nuestro diésel subsidiado. Al fin el festín del diésel subsidiado llegó a su fin. (O)