Cuánto conocen los presidenciables

El próximo 20 de agosto los ecuatorianos acudiremos a las urnas a una elección inédita para seleccionar al primer mandatario que gobernara desde diciembre de este año hasta mayo 2025 en un periodo de transición. Claro esta que en apenas 18 meses no llegara ningún ungido, mandrake ni mago que cambie los destinos de la economía nacional, al contrario, debe tratar de estabilizar y garantizar un crecimiento económico adecuado sobre el 2,5% anual, que genere empleo adecuado para gran parte de los 1.600.000 subempleados o de los 265.000 desempleados y a los futuros integrantes de la Población Económicamente Activa.
Los candidatos a Carondelet deben saber que lidiarán con un presupuesto prorrogado de 31.503 millones de USD, más un fenómeno del niño a cuestas que seguro dejara secuelas negativas, infraestructura destruida y necesidades económicas que restarán liquidez al presupuesto del Estado, como de los GADs afectados Cabe indicar que también hay otros temas que no se ha escuchado con detalle a candidato alguno sobre el fortalecimiento de la dolarización, el incremento de las reservas internacionales, sobre política publica para estimular exportaciones e inversión extranjera directa, tampoco sobre el déficit de más de 100.000 cupos que no se han podido dar a jóvenes ecuatorianos para acceder a la educación superior publica o que política publica generara para mitigar la alta tasa de desnutrición crónica infantil, suicidios o embarazos de adolescentes
Tratamiento delicado y exclusivo se debe dar a la inseguridad ciudadana que cada día que pasa, esta se desborda en el país, como la lucha sin cuartel contra la corrupción, el contrabando, la evasión y elusión tributaria, solo para citar algunos temas que en honor a la verdad no se ha escuchado a ninguno de los ocho candidatos a la presidencia de la República, quien además de envestirse como primer mandatario debe ser una persona totalmente honorable, con valores y principios, ejemplo en todos los ámbitos personal, profesional y político, con imagen y credibilidad, ejemplo, que en verdad estemos bien representados en todos los espacios nacional e internacional como nuestro líder, estadista a carta cabal, nuestro presidente. Por ello debemos ejercer nuestro derecho, nuestra herramienta para cambiar el destino del país con un voto responsable y muy sabio, para no volvernos a equivocar y seguir lamentándonos. (O)