Creando una mejor sociedad

Columnistas, Opinión

Cuando asumimos la responsabilidad de mejorar nuestra sociedad, trascendemos de ser individualistas a crear un propósito colectivo. Dejar algo mejor de lo que encontramos no es una expectativa vaga; es un compromiso personal con nuestras metas y con los que vendrán detrás de nosotros. Parte del crecimiento personal implica cultivar una cualidad nuestra y usarla como semilla para el entorno.

Og Mandino lo expresó con claridad: “Siempre brinda más y mejor servicio del que se espera de ti, sin importar cuál sea tu tarea”. 

 Ese compromiso hacia servir, sin reconocimiento externo, es la fuerza silenciosa que puede transformar comunidades.

Cada día es una oportunidad para ayudar a alguien; con palabras amables, consejos sinceros, gestos generosos o simplemente escuchando. No se trata solo de acciones grandiosas, sino de coherencia en lo pequeño. Cuando elegimos aportar desde nuestra mejor cualidad, sea empatía, compromiso, creatividad o disciplina; construimos mentes que piensan, corazones que sienten y vidas que inspiran.

El compromiso no exige certificaciones, exige intención. Cuando establecemos que una de nuestras metas es ayudar al otro a crecer, empezamos a vivir con una dimensión más profunda. Enseñamos respeto, fomentamos honestidad, cultivamos compromiso. Formamos personas que a su vez estarán dispuestas a sembrar y multiplicar ese ejemplo.

Desde mi experiencia acompañando autores ecuatorianos a posicionar sus libros, he visto cómo un pequeño acto puede impactar en miles. No se trata de fama, sino de legado. Cada libro, cada palabra, cada idea compartida tiene potencial de generar valor colectivo.

Comprometámonos con ser agentes de cambio intencional. Que nuestro propósito incluya dejar algo mejor de lo que recibimos. Que cada día lleve una consciencia generosa. Que lo que ofrezcamos no sea solo por éxito personal, sino por contribuir a una humanidad más consciente.

Si todos decidiéramos aportar un grano de sabiduría, compasión o liderazgo cada día, estaríamos construyendo no solo mejores familias, sino una sociedad con más virtud. Que nuestro compromiso individual sea semilla de evolución colectiva. (O)

Sguerrero24@gmail.com

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