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Editorial, Opinión

    El centro de Ambato se ha vuelto un espacio conflictivo en diversos espacios de llegada masiva de personas; algunas de dudosa procedencia, sobre todo, en parques, donde los ciudadanos de bien sienten temor al acudir a estos sitios de distracción familiar.

  Discusiones en público, acciones violentas de limpiaparabrisas, robos en paradas de buses, son la tónica diaria en el centro ambateño, donde, se exige a las autoridades del orden que realicen patrullajes más exhaustivos en calles y avenidas. 

   La necesidad se traduce aún más en los exteriores de mercados tradicionales, donde el informalismo en veredas es tenaz y caminar por los alrededores se vuelve imposible por la presencia de “comerciantes” que se adueñan de las veredas. 

   Es importante que la Policía Nacional, así como agentes municipales, establezcan recorridos en zonas de conflicto, implementando requisas a personas que andan con armas blancas, poniendo en riesgo a gente inocente que sale a realizar labores diarias. (O)

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