“Con el alma y sin sueldo, defendimos al Técnico con honor”: la nostalgia de Gonzalo ‘Potro’ Medina

Cuando el estadio Bellavista se llenaba hasta el último escalón y Ambato se paralizaba cada domingo, Gonzalo Medina Sánchez, conocido como el ‘Potro’, era uno de esos jugadores que sudaban la camiseta de Técnico Universitario por amor antes que por dinero.
“Yo ingresé al Técnico en el 78, justo para la primera Copa Libertadores… Tenía 20 o 21 años, venía del América de Ambato, donde empecé gracias a Juanito Araujo y luego me contactó Álex de la Torre. Así llegué al equipo de mi tierra”, nos cuenta el ‘Potro’.
En esa época, el fichaje no tuvo cifras millonarias ni representantes. “La realidad económica era otra. Jugábamos con pasión, muchos éramos ambateños, y eso fue la base del éxito del equipo”, recuerda, con nostalgia en los ojos.
El año del sueño de Libertadores
Gonzalo, que jugaba de volante y de marcador, fue parte del histórico equipo que clasificó a la primera Copa Libertadores en 1978, enfrentando a gigantes como Nacional y Peñarol en el mítico Centenario de Montevideo-Uruguay y en un Bellavista repleto que rugía como nunca.
“Era increíble salir del túnel y ver el estadio lleno… No solo aquí, sino también en Quito, donde sacábamos buenos resultados”, relata.
Una década de lealtad al Rodillo
El ‘Potro’ defendió la camiseta de Técnico Universitario por cerca de ocho años, hasta 1987, cuando decidió retirarse para concluir su carrera universitaria. “El profesor quiso que me incorpore nuevamente, pero yo ya tenía otros planes”, comenta.
Su amor por el equipo sigue intacto. “Simpatizaba con el América y luego del Técnico. Fue una época linda, donde uno se entregaba por el equipo, aunque no recibiéramos el sueldo a tiempo”, menciona, recordando con orgullo las victorias del ‘Rodillo’ en Guayaquil ante Barcelona en el Modelo y los vibrantes clásicos en Quito.
Un mensaje para el presente
Sobre la crisis actual del Rodillo, Gonzalo es claro. “Se necesita un cambio desde las directivas. Antes jugábamos sin sede, peregrinando por canchas parroquiales, pero defendíamos con honor. Ahora, ni con dinero y comodidades hay amor por la camiseta. Antes teníamos seis, siete ambateños en cancha, por eso jugábamos con el corazón.”
Su llamado es a construir un proyecto serio, con jugadores locales y un entrenador que le dé oportunidad a los ambateños para recuperar la mística perdida.
“Si tienen que bajar de categoría para pegar un sacudón y retomar el buen camino, que sea así. Pero que vuelva el verdadero Técnico, el que jugaba con el alma”, cerró Medina. (D)