Ambato bajo la lupa
Las autoridades, este fin de semana, ‘barrieron’ el norte, centro y sur de la ciudad con el objetivo de poner orden en los establecimientos que operan al margen de la ley.
La jornada de inspección no dio tregua. Los equipos de control se encontraron con un panorama de irregularidades que requirieron acciones inmediatas. El resultado más contundente fue la clausura de un establecimiento que no solo carecía del Permiso Anual de Funcionamiento (PAF) indispensable, sino que además se dedicaba a la venta de licor artesanal sin ningún tipo de control sanitario, poniendo en riesgo la salud pública.
Pero la intervención fue más allá. Seis locales, entre licoreras y bares, vieron sus actividades suspendidas. Las razones se repitieron: la ausencia del crucial PAF y, en algunos casos, el expendio de tabaco de contrabando, una práctica ilícita que evade impuestos y fomenta mercados negros.
El balance de los decomisos es igualmente significativo. Treinta litros de bebidas alcohólicas de dudosa procedencia fueron retirados de circulación, impidiendo su consumo y posible daño a la salud de los ciudadanos. A esto se suman 15 cajetillas de cigarrillos de contrabando y una cantidad indeterminada de productos caducados, que representaban un peligro latente para los consumidores. (I)
