Adolescentes infractores en guerra

Columnistas, Opinión

El Ecuador ha puesto sobre el debate la posibilidad de profundizar las sanciones para menores de edad implicados en delitos de extorsión, violencia, secuestro, asesinatos.

En medio de una coyuntura de guerra denominada Conflicto Armado Interno uno de los sectores mas afectados es el de la adolescencia y juventud, los primeros están dentro del Código de la Niñez y Adolescencia y los segundos en la Ley de la Juventud comprendidos entre 18 a 29 años de edad.

La sociedad y su patrimonio es posible con una juventud efervescente, pues solo ella acepta o rechaza lo que se denomina cultura o patrimonio de una identidad, en el momento en que una sociedad pierde la legitimidad con una generación se produce una brecha, que se evidencia en la pérdida de costumbres, valores, significados y finalmente esta busca otros paradigmas.

Ecuador ha vivido alrededor de veinte años una aventura en busca de una supuesta utopía, dicho camino ha sido una ruta a la obscuridad y sendos discursos solo una demagogia cual “cantos de sirena” como lo señalaría la mitología griega a aquellas posibles melodías que únicamente esconden perder el camino y finalmente la eliminación.

Es indudable que casos de extrema violencia e ilimitada acción avezada de delitos en los que se han visto muchos menores de edad y jóvenes llama la atención a toda nuestra sociedad, que se realiza varias preguntas en medio de pocas mea culpas.

El estado a través de su legislatura, profundiza las penas a adolecentes infractores en casos de delitos violentos, con ello se busca proteger a la juventud, garantizar la sanción para jefes que actúan como captores de bandas delincuenciales. Por otro lado, es necesario políticas públicas serias y no clientelares con las organizaciones de la sociedad civil de juventud, en mi calidad de único ambateño ex Director Nacional de la Juventud cuando creamos la primera Ley de la juventud en 2001 llamo a la sociedad a tomar en serio el asunto adolescencia y juventud.

Es preciso entender que la posmodernidad exigió generar derechos, los que fueron abusados para poner en peligro la sociedad misma, por ello la posmodernidad ha entrado en crisis en todo el mundo, es necesario volver a legislar los derechos. Sancionar no es la única ruta de solución, pero es indispensable separar un gatillero de un adolecente infractor, el próximo punto es el sistema de justicia con una cuenta muy larga de deuda con la sociedad y sus generaciones. (O)

Deja una respuesta