Noche buena / Editorial
Cada 24 de diciembre, familias católicas enteras se reúnen en horas de la noche para esperar la llegada del niño Jesús bajo la tradición religiosa que representa esta fecha que recuerda el nacimiento del hijo del hombre.
Sin duda, la noche buena, acompañada de misas en varias iglesias, se mantiene como un espacio familiar para compartir y pasar con nuestros seres queridos, donde las cenas navideñas se manifiestan con gozo y alegría bajo la premisa de la unidad familiar.
Más que los regalos materiales, lo importante de esta fecha es lo que la biblia recuerda acerca de tener a Dios en nuestro corazón, siendo éste el mayor regalo que una persona puede tener, ya que, la fe es lo primero que debe primar como católicos practicantes.
Como dice el villancico, “noche de paz, noche de amor…”, consolida, justamente, la importancia de mantenernos unidos como familia con valores de respeto, honrando a padre y madre y siendo buenas personas con acciones positivas y no caer en la maldad, algo que Jesús nos enseña en su natalicio. (O)
