El punto más alto en la gestión pública

Columnistas, Opinión

Que Trump ya alcanzó el punto más alto de su gestión, a los 11 meses de gestión, es la conclusión de los analistas que consideran que, desde allíen adelante, no habrá otra cumbre, sino pendientes hasta valles profundos, salvo por el corto tiempo que pueda permanecer en la cima, acompañado, en todo caso, de más de logros que de frustraciones. En otras palabras, le esperan tres años de nubarrones en el firmamento. 

La paz en Gaza, un logro indiscutible, comienza a difuminarse con la milicia de Hamás renuente a retirarse y desarmarse. La guerra arancelaria, con la que acorraló a los gobiernos europeos, latinoamericanos, asiáticos e, inclusive, africanos, si bien le ha representado a Estados Unidos ingresos descomunales, está diluyéndose con la benignidad demostrada frente a China, cuyo presidente no sólo enfrentó al temible Trump sino que le obligó, con el arma letal de los minerales raros, a retractarse. También está replanteándose con la rebaja de algunos aranceles para contener la ira de los consumidores estadounidenses, sin el suficiente dinero en sus bolsillos en una economía carísima. Por último, Rusia no se doblega y sigue en la guerra con Ucrania, a pesar de la reunión de Putin y Trump en el Artico. 

Los archivos de Epstein, facilitador de servicios sexuales de celebridades y gobernantes, son el dolor de cabeza más reciente de Trump. Pronto estarán a disposición del público y probablemente con nombres de intocables. El manejo de este escándalo está llevando a Trump por la pendiente. Por otro lado, El reciente cierre del gobierno por el presupuesto para la salud, ha sido otro problema de magnitudes que lo ha tenido en los riscos  del poder y no en las comodidades del despacho Oval. 

No es una ley del poder que a la cima se llegue tan rápido, mientras el descenso sea largo y doloroso. En el Ecuador, un caso patético es el del presidente Mahuad. En su primer año logró la paz con el Perú, salió en hombros de la Plaza Toros de Quito. El siguiente año, aunque logró dolarizar la economía, estaba atrapado en la quiebra bancaria, en la iliquidez fiscal y en la convulsión social. (O)

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