Polémica residencia médica

Columnistas, Opinión

“Pagamos justos por pecadores”, es la frase con la cual algunos médicos extranjeros, aspirantes a ejercer una residencia en territorio argentino, se referían a la nueva convocatoria a rendir el examen, considerado injusto.

La nueva toma del examen de residencia médica, es consecuencia del fraude académico imputado a médicos, en su mayoría extranjeros, entre ellos, varios ecuatorianos, que obtuvieron notas muy altas para este tipo de examen. Lo que fue un comentario, se convirtió en realidad al filtrarse el video, en el que se observa a un compatriota, que ayudado por anteojos Smart, graba el video de la prueba.

La polémica sobre el fraude académico se hizo noticia internacional, al punto que el ministro de salud argentino, hizo pública la lista de notas y el Ministerio de Capital Humano reafirmó que ninguno consiguió validar la nota obtenida en el primer parcial. Además, anunció que únicamente convalidará los títulos médicos acreditados por la Federación Mundial de Educación Médica (WFME). Esto último, impacta directamente a Ecuador, pues sus universidades no cuentan con este aval internacional. (Primicias, diario digital ecuatoriano) La Embajadora ecuatoriana, salió al paso a decir que el CACES, institución evaluadora de la calidad de educación Superior del país, gestionó ante la WFME, ser reconocido como organismo evaluador. (No lo es al momento). 

La red social X, postea el comunicado del Ministerio de Capital Humano que en el penúltimo párrafo de la segunda página dice: “Este es un acto de justicia para con los estudiantes que con gran esfuerzo obtienen sus títulos superando la enorme exigencia académica que requiere la medicina y adoptan nuestras universidades. No vamos a continuar reconociendo como igual un título que no lo es.” 

La prensa, hizo seguimiento al médico ecuatoriano implicado en el fraude académico y que ya fue denunciado penalmente; buscaron su desempeño estudiantil y anotaron que su historial académico es regular con pocas probabilidades de aprobar. (El Clarín. 11 de agosto)

Esta vergonzosa noticia, señala una nacionalidad y una profesión; deduce la deficiente formación moral y educativa. Utilizar una bien desarrollada inteligencia para producir trampas, fraudes, estafas y subir a un escenario delicado como es la medicina, sin tener los méritos académicos, es insólito. ¡Es un fusilazo el nuevo examen!, ¡Sufrimos xenofobia por ser extranjeros!, han dicho los aspirantes, intentando una justificación. Y es cierto, no todos están comprometidos en este astuto proceder. Si, en aquellos que falla la fortaleza espiritual, la deficiente vocación que no llama al esfuerzo, que desconoce la perseverancia. 

El ministro es lapidario cuando dice que: “Con esta medida evitamos que 141 personas, 133 de ellas extranjeras, ocupen lugares privilegiados en la orden de mérito que no les corresponden. En medicina el ingreso se gana con conocimiento y esfuerzo. Detrás de cada guardia, diagnóstico y urgencia, hay vidas en juego. Por eso cuidamos que quienes ingresen al sistema estén preparados de verdad. La salud pública se construye con confianza, y esa confianza empieza por proteger a los pacientes de la improvisación y el fraude”. (O)

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