Nuestro electromagnetismo II

La semana pasada habíamos hablado de que tenemos, por lo menos, seis fuentes más importantes de energía electromagnética y habíamos mencionado la energía del entorno y del aire. Que el de gradiente de potencial (voltios / metro) del ambiente condiciona el campo electromagnético de un área determinada. En el campo dónde el aire tiene mucha energía, en el rango de la altura de una persona puede haber una diferencia de potencial de 400 V desde la cabeza a los pies. El potencial es mucho menor en la ciudad y mucho peor en sitios cerrados, donde se puede sufrir un “efecto llanura”, análogo al agua estancada.
Hay que entender que la “calidad electromagnética” con elevada polaridad de carga negativa favorecen y determina también nuestra salud, la vitalidad, el equilibrio emocional, la longevidad y más. Regula también todos los marcadores biológicos, como la capacidad aeróbica, niveles de antioxidantes, umbral auditivo, presión sanguínea, regulación de la glicemia, grasa corporal, densidad ósea, niveles de lípidos y colesterol, niveles hormonales, función inmunológica, actividad metabólica, masa muscular, fuerza muscular, espesor de la piel, regulación de la temperatura, umbral visual, espesor de la piel, etc.
Otra fuente de iones cargados negativamente es el producto del choque de moléculas de agua durante la lluvia, la ducha, las olas o cascadas (mediante “efecto Lenard”).
Una fuente adicional serán la calidad de los alimentos y consecuentemente la buena digestión que tengamos para producir la forma molecular de almacenamiento energético celular. Conjuntamente será el ejercicio ya que aumenta la presión sobre el tejido conjuntivo, óseo y tendones, y de este modo incrementan la bioelectricidad utilizable.
Los pensamientos tienen la capacidad de relajar partes específicas del cuerpo, haciendo que el flujo electromagnético circule con más libertad. Será la forma más poderosa de generar fuerza electromagnética, una vez que se dominan técnicas de visualización, meditación y su influencia en la respiración. Para sentir la bioelectricidad hay que estar muy atento a los cambios repentinos de temperatura, cosquilleos o entumecimientos, y estudiar a qué se deben. Al contrario, la mente también tiene la mayor capacidad de aniquilación bioenergética cuando se activa la amígdala cerebral (centro regulador de las emociones, especialmente las relacionadas con el miedo y la ansiedad) de un modo constante, es decir, cuando no puede sobrellevar una situación estresante.
Capital importancia tiene la energía esencial dada al momento de la concepción, vitalidad de progenitores, el entorno emocional prenatal proporcionada especialmente nuestros padres.
Más que un tratamiento, la Acupuntura es un regulador – armonizador terapéutico debido a que su objetivo básico es mejorar la estructura y dinámica del bio-sistema, más que la sola corrección de síntomas. Si bien es cierto que el tratamiento global del bio-sistema produce resultados más profundos y estables, no debe desestimarse la existencia y atención de las «enfermedades». Es necesario tener buenas ideas para tratar tanto la generalidad (el sistema) como la particularidad (focos o problemas específicos). (O)