76 años del terremoto / Editorial 

Editorial, Opinión

Cada año los ambateños tenemos el deber de recordar lo que ocurrió el 5 de agosto de 1949, cuando el terremoto destruyó la ciudad, sin doblegar la voluntad de recuperación de los ciudadanos. Hubo dolor y lamentos. Sin embargo, los ambateños no bajaron la guardia. Aceptaron lo ocurrido y decidieron levantarse.

El terremoto puso a prueba a los ambateños. Se destruyó la Iglesia Matriz, muchas personas murieron y no pocos perdieron sus viviendas y negocios. Con la fe en Dios, los ambateños se levantaron. La reconstrucción no fue fácil ni corta. En todo caso, allí estuvieron, en primera línea, los ciudadanos, con el nuevo alcalde, José Arcadio Carrasco Miño y la Junta de Reconstrucción. 

De los escombros se desarrolló una ciudad con un Plan Regulador avanzado para la época. El Alcalde persuadió al Centro Agrícola para que se organizara la Fiesta de las Flores y de las Frutas con el objeto de levantar el ánimo de los ambateños y colocarse en la vitrina nacional. (O)

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