Tránsito y competencias

La siniestralidad vehicular aumenta, es noticia reiterada sobre accidentes de tránsito; llama la atención que, una de las causas, se deba a la impericia e imprudencia del conductor. Y se suman el exceso de velocidad, irrespeto a señales de tráfico, las condiciones climáticas adversas y la ingesta de alcohol, identificados como factores que influyen en la siniestralidad. El impacto social es negativo, porque genera gastos económicos imprevistos, sufrimiento humano y pérdidas de vidas; convirtiéndose en un problema que requiere la atención de autoridades, conductores y peatones, para implementar medidas que promuevan la seguridad vial y reduzcan la reincidencia de accidentes.
Las estadísticas del INEC, informan que, en el primer trimestre del 2025, se registraron 4.759 siniestros de tránsito en Ecuador; el 46,33% corresponde a choques; le sigue la impericia e imprudencia del conductor, con el 39.30%. En la provincia de Tungurahua hubo un incremento en los siniestros de tránsito, pasando de 987 en el 2024 a 1.090 en el primer trimestre del 2025. Los accidentes de motocicletas, con el 31.42%, representan un porcentaje significativo, seguidos por los de automóviles con un 20.58%. Estos datos ubican a Ambato, en el quinto lugar entre las ciudades con más accidentes a nivel nacional.
En Ecuador, las competencias de tránsito, transporte terrestre y seguridad vial están descentralizadas; a cargo de los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD) dentro de sus jurisdicciones. Estas entidades son responsables de planificar, regular y controlar el tránsito, el transporte terrestre y la seguridad vial en sus territorios; además, deben diseñar políticas y estrategias para la gestión del tránsito y transporte, incluyendo la infraestructura vial, señalización, semaforización y transporte público. Deben establecer normas y reglamentos para el uso de las vías, la circulación vehicular y peatonal. Vigilar el cumplimiento de las normas y reglamentos, realizar operativos de control de tránsito, emitir sanciones por infracciones, y gestionar el control técnico vehicular. Implementar medidas para reducir accidentes de tránsito, como campañas de educación vial y mejoras en la infraestructura.
Las funciones de los agentes de tránsito son: Regular y controlar el tráfico vehicular y peatonal. Velar por la seguridad vial y prevenir accidentes. Informar y orientar a los ciudadanos sobre las normas de tránsito. Aplicar sanciones por infracciones a las leyes de tránsito. Gestionar el tráfico en situaciones especiales.
Hace algunos años, solicitaron la competencia del tránsito; hoy, la situación empeora y se sale de control. Toma cuerpo la incompetencia y el criterio para que la policía regrese a hacerse cargo del tránsito. Cobra razón esta opinión, cuando no se observa un trabajo profesional de los encargados de controlar el tráfico vehicular; cuando se desconoce ¿dónde están y cómo cumplen con su labor?, que se supone es en las calles. Y si a alguno se le ve, está muy preocupado de su celular o en diálogos amenos con otros compañeros, mientras los conductores, pitan, insultan, se pasan en rojo, hablan por celular, llevan al niño en brazos o se parquean donde les da la gana. Sin respeto, sin importancia, pasan desapercibidos. (O)