El IESS  y la deuda pendiente con la dignidad humana 

Columnistas, Opinión

La seguridad social es un derecho que debe ser garantizado a cada uno de sus usuarios. Sin embargo, los afiliados del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), que durante años han aportado de manera puntual, lo que menos tienen es seguridad en cuanto a su atención médica y beneficios adquiridos . Nuestros jubilados, luego de décadas de trabajo, se ven obligados a sobrevivir sin el pago puntual de sus pensiones.

Otra realidad es la afectación a personas jubiladas por invalidez, esta realidad lo viví de cerca. Mi madre, una paciente de oncología quién tuvo que jubilarse porque simplemente su salud no le permitía seguir trabajando fue vulnerada en sus derechos. ¿La recompensa tras una vida de esfuerzo y aportes puntuales?. Menos de cien dólares al mes por jubilación . ¿Cómo se espera que un ser humano pueda cubrir sus medicamentos, tratamientos especializados, alimentación y cuidados con esa cantidad?. ¿Dónde queda la dignidad de la persona?.

La Corte Interamericanq de Derechos Humanos ya ha establecido en el caso Muelle Flores vs Perú que el derecho a la seguridad social, integridad personal y dignidad humana se interrelacionan, por ende la vulneración de uno generaría una afectación en los otros dos, más aún en grupos de atención prioritaria como adultos mayores o personas con enfermedades catastróficas. 

Durante años, diferentes gobiernos han utilizado al IESS como caja chica, desviando fondos, acumulando deudas impagas, y debilitando el sistema desde adentro. La ciudadanía ha sido testigo silenciosa del desmoronamiento de una de las instituciones que más debería protegernos y brindar una verdadera seguridad social.

Hoy, más que nunca, necesitamos un cambio real. No uno de discursos, sino de hechos. Este gobierno ha generado esperanza y la reconstrucción del IESS no solo es una responsabilidad política y técnica: es un deber moral, social y humano. 

Cada día que pasa sin reformas profundas, sin transparencia y sin priorizar la atención a los más vulnerables, es un día más en que la dignidad humana se pisotea. (O)

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