Refugio de la vida silvestre

Columnistas, Opinión

El Pasocha, montaña que se encuentra en la subregión interandina, de la provincia de Pichincha, sin formar parte de la sucesión de montañas que originan las dos cordilleras de los Andes: Oriental y Occidental; alcanza los 4.200 metros, sobre el nivel del mar.

El Refugio de La Vida Silvestre, se halla en la caldera del Pasochoa, extendiéndose por unas 500 hectáreas que están cubiertas de un gran bosque húmedo de montaña, regadas por los pequeños ríos: Sambache y Santa Ana.

Del sitio fue declarado Bosque Protector, en 1.982, por sus características especiales; se han identificado más de un centenar de aves, y más de 60 especies de flora endémica; en 1.996 fue designado como Refugio de la Vida Silvestre; desde ese año, forma parte del Sistema Nacional de Áreas Protegidas.

Para llegar, al Refugio de la Vida Silvestre, desde la ciudad de Ambato, se va por la carretera Panamericana Norte, hasta Tambillo, luego se toma la vía que pasa por Uyumbicho, en el cantón Mejia y continúa por la parroquia quiteña de Amaguaya, desde el barrio El Lejido, se sigue 6 kilómetros y arriba al inicio del bosque.

Puede soliciar un guía o seguir los senderos, perfectamente señalados con flechas de colores: el rojo, corresponde al sendero Colibri, de aproximado 30 minutos de fácil recorrido, al igual que el sendero Amiga Naturaleza, identificado por el color azul; el camino Bosque Para Todos, tiene el color amarillo y necesita un poco más esfuerzo para caminar, aproximadamente de una hora; Mayguayacu, es el nombre del sendero con flechas verdes, que con un paco más de esfuerzo se puede caminar en dos horas; los senderos Palma de Cera. Es de cuatro horas, y Los Pantzas, requiere un esfuerzo de seis horas.

En el bosque admirará un maravillosa flora compuesta: por suros, pumamaqui, cedrillo, floripondio, bromelias y orquídeas, árboles de cedro. sisin, polilepis o «árboles de papel», palma de cera, crecen abundantemente; al igual que plantas medicinales.

Entre el follaje del bosque, vuelan cóndores, pavas de monte, tangaras, colibríes, Mirlos, monjas, plateros y otras aves, que con sus trinos, alegran la tranqilidad del entorno; por la espesura del bosque caminan, especialmente de noche, pumas, lobos, cervicabras, conejos, zorrillos y otros mamiferos.

Asi es el Refugio de la Vida Silvestte del Pasochoa; invitamos a contemplar un mundo mágico y encantador de naturaleza; que tiene el Ecuador que debemos conocer. (O)

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