Primer consenso

Las posibles reformar al Código de la Democracia o Ley Orgánica de la Función Electoral generan un consenso inesperado en la Asamblea Nacional entre ADN, partido del presidente Daniel Noboa, y la Revolución Ciudadana, correísmo puro. El prodigio tendría como fin modificar el sistema de reparto de escaños. Las dos fuerzas políticas dominantes podrían sacar adelante este proyecto que les proporcionaría más asambleístas en elecciones venideras.
Este cuerpo legal tuvo reformas en el año 2024. Los principales cambios tuvieron que ver con la alternancia obligatoria entre hombres y mujeres en las listas. Esto obligó a varios candidatos presidenciables a buscar nuevos binomios. En elecciones pluripersonales se obliga a que el 50% de las candidaturas sean de mujeres. Estos cambios entraron en vigencia para las elecciones generales producto de la muerte cruzada.
Las posible nuevas reformas están siendo discutidas por actores políticos y expertos en leyes, a través de medios de comunicación y plataformas digitales. En la calle existen otras prioridades. Los asambleístas tienen la última palabra.
Uno de los aspectos que ha generado más controversia, particularmente entre los miembros del Partido Social Cristiano y Pachakutik, es la modificación del sistema de distribución de escaños para elecciones venideras. Si estos partidos estuvieran en la cúspide y no en la situación actual, seguramente estarían promoviendo los cambios.
La fórmula utilizada hoy en día beneficia a las minorías. La intención es aplicar una forma de cálculo que beneficie a las mayorías. Los partidos con mayor número de votantes piensan que esto sería más equitativo. Los detractores consideran que es un atropello a sus intereses.
Los políticos deben tener en cuenta que no siempre están en la sima. Hay periodos en los que la popularidad disminuye.
Para que la reforma genere un efecto positivo, se debería incluir una verdadera purga de los partidos y movimientos políticos. Los camisetazos de última hora deberían ser vetados. Los candidatos deberían contar con un periodo de militancia significativo antes de postularse. Al igual que las organizaciones políticas, que deberían contar con un tiempo de vida considerable para inscribir candidaturas.
A esto se deberían agregar elecciones primarias coherentes; control del gasto en las campañas digitales; licencias antes de la reelección con normas más transparentes y por ningún concepto se debería tolerar el mal uso de recursos públicos. Pero, en estos temas, quizás no se llegue a combinar el agua con el aceite.(O)