La cultura y su papel objetivo

El cambio cultural venido del fin de la modernidad a fines de los años noventas y su paso por la Posmodernidad, implicó cambios en la institucionalidad de la gestión y políticas públicas en arte y cultura.
Ecuador en la primera década de este siglo sufrió un retroceso de profundo alcance cuando la política irrumpió la marcha de la historia en su fase cultural, el golpe de estado de estado del año 2005, allanó el camino hacia una fase de demagogia y retorno al caudillismo y el verticalismo presidencialista.
A pesar de llevar un fuerte movimiento cultural – contestatario desde fines de los años ochentas en Ecuador, que permitió el nacimiento del Movimiento Cultura Rebelde que cuestionaba los valores de la identidad cultural única y promovía la diversidad, la sensibilidad cultural y la resistencia al racionalismo occidental, conjuntamente el arte en espacio público fue masificándose, el cine nacional estalló con dos grandes titulares, Entre Marx y una Mujer Desnuda de Camilo Luzuriaga (1995) y Ratas, Ratones y Rateros de Sebastián Cordero (1999) de género “Realismo Sucio”, la música habría levantado sus entradas en la industria cultural y la presencia masiva del metal como expresión estridente del movimiento obrero mundial con influencias locales.
Este cambio cultural, entiéndase de la cultura racionalista moderna a la sensibilidad posmoderna, se expresó en los momentos sociales con la simbiosis del 21 de enero del año 2000 que coincidió con el cambio financiero y monetario en el país que adoptó El Dólar como su moneda oficial, lo que le permitió pro primera vez entrar al sistema monetario real.
Al vivir estos cambios como es costumbre en nuestro país y región, no racionalizada sino espontánea, quedó un sector haciendo crisis, la pequeña burguesía con heridas del siglo pasado sobre todo de la pobreza, represión que originó un segmento de ese sector medio de la población en resentimientos sociales que les impedía ver el futuro y aferrarse al pasado, lo que políticamente se expresó y aún se expresa en el correismo de pequeña burguesía en crisis con ínfulas de salto social y económico a través de la burocratización y apoyo del estado.
Hoy, ese segmento y sus implicaciones de psicología social podrían estar atrincherándose en la institucionalidad cultural del Ecuador de tipo nacional, provincial, local o parroquial. Desde nuestro análisis sociológico cultural lo analizaremos. (O)