Gestión cultural de Tungurahua

Columnistas, Opinión

El mundo vive un momento particular de cambio, cuya singularidad no tiene que ver como tradicionalmente ha pasado con la política o guerras, esta vez es el comercio mundial, la producción digital y la cultura lo que está abriendo el camino del nuevo escenario mundial regional y nacional.

El Ecuador en el siglo XX abordó el tema de “lo cultural” fruto de los episodios traumáticos de la invasión peruana o “guerra del 41” cuando la corriente progresista expresada en el visionario Benjamín Carrión dio una alternativa de moral nacional alrededor del arte y la institucionalización de la llamada Casa de la Cultura.

En primera instancia fue el estado que institucionalizó el impulso al arte unido esto al mecenazgo alrededor de un artista o una disciplina entre las cuales destacó la música, el arte plástico, las letras y en segunda instancia el arte corporal ya sea el teatro, la danza en un tercer momento se amplió a muchas o todas las artes.

Este momento de nacimiento permitió ciertos “booms” pero para los años setentas ya consolidada la economía de la post guerra, con una industria cultural norteamericana penetrante en todo el hemisferio, con cambios administrativos en el país, se pasó del mecenazgo al activismo cultural, esa práctica que movida por ideales hacían del creador también el activista de su libro, exposición, presentación, también coincidió con el desgaste en gestión de la Casa de la Cultura.

Para la década de los noventas los cambios en el mundo provocan el nacimiento de la “gestión cultural” un concepto que nos llega sobre todo desde la península ibérica en universidades catalanas y madrileñas que son un paso cualitativamente superior, se trata de especializar y diferenciar la creación y la gestión del producto artístico.

En el Ecuador coincidió con el tumultuoso proceso de inicios de siglo conjuntamente con la cada vez mas deslegitimada eficiencia de la Casa de la Cultura, lo que provocó según la tendencia en el mundo la creación de secretarias de estado, así el Ministerio de Cultura (2007) estaba llamado a superar institucionalmente lo que desde la década de los cuarenta se hizo, pero ya no era funcional.

Han pasado casi veinte años de aquello, universidades y organizaciones no gubernamentales comprendieron muy bien los momentos históricos y fomentaron la gestión cultural dándole una identidad ecuatoriana a esta rama no sin obstáculos que sobrepasar. (O)

fapava17@gmail.com

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