Novela delincuencial sin freno / Editorial
La costa ecuatoriana sigue siendo un espacio de intimidación e inseguridad latente que se vive a diario, donde, delincuentes motorizados, andan robando y disparando sin importarles quitar la vida a gente que camina por diversas calles, sobre todo, en la ciudad de Guayaquil.
Es lamentable ver cada día en redes sociales, a través de videos, hechos delictivos que se suscitan en diversos sectores del país. Lo más penoso y reprochable es el accionar de los antisociales que, pese a quitar pertenencias ajenas a individuos inocentes, disparan de “cortesía” contra la humanidad de personas, sin importarles la presencia de niños que acompañan a sus padres.
Lastimosamente, a más del daño a la integridad física contra la gente, las consecuencias psicológicas a futuro que se generan en infantes, son graves, ya que, desde una temprana edad, crecen observando una ola de violencia, generando un desarrollo emocional negativo en las nuevas generaciones.
La delincuencia a diestra y siniestra toma fuerza en el país. Se acerca el nuevo periodo electoral y el Poder Ejecutivo entrante, como primer eje, deberá tomar cartas en el asunto para desmantelar y parar a las bandas delictivas que nos tienen sumergidas en el terror y pánico, al no poder trabajar con tranquilidad y tener una vida pacífica. (O)
