Edison Narváez Z. / Lo Bueno y lo Malo

Columnistas, Opinión



Vivimos un momento muy complejo, la transición económica, social y política hacia el 2021 se da en un entorno de incertidumbre en donde la pandemia COVID-19 puso de rodillas al mundo globalizado y ha contraído la actividad micro y macroeconómica.

Lo Bueno. La reestructuración de la deuda externa, particularmente de los bonos por $17.400 millones de usd, que serán intercambiados por nuevos bonos 2030, 3035 y 2040. Evidentemente será un paliativo a la liquidez de la economía, lo cual permitirá que más recursos sean destinados a la reactivación económica y por su puesto al manejo de la crisis sanitaria. (Propuesta se definirá hasta el 31 de Julio)

Lo Malo. Pensar que la Dolarización es mala porque impide que el Gobierno pueda imprimir billetes para generar más riqueza, esto es solo una pretensión de los populistas de poder imprimir dinero y devaluar la moneda alegremente para beneficiarse políticamente. En este sentido es necesario aclarar que el dinero es solo un medio de intercambio; por tanto, no es la cantidad de billetes lo que importa sino la cantidad de bienes que podamos adquirir con el dinero que tenemos, me refiero al poder de compra.

Lo Bueno. La dolarización exige una sociedad más eficiente, un trabajador más competitivo, una empresa más productiva, un gobierno transparente y eficaz; y un sector político que no vele por sus intereses sino por el bienestar general.

Lo Malo. El gasto público ineficiente, que crece por encima del crecimiento de la economía; la tarea urgente es volverlo eficiente priorizando el gasto social, emergente y de seguridad.

Lo Bueno. No hace falta defender a la dolarización, pues esta se defiende sola; lo único que necesita es establecer en la sociedad la cultura del ahorro, la productividad y la institucionalidad.

Lo Malo. Los pacientes asintomáticos se han convertido en los más peligrosos en propagar el virus, un estudio norteamericano manifiesta que el 45% de los infectados no tienen síntomas; esta propagación silenciosa se hace más difícil de controlar, incluso estas personas que no tienen síntomas pueden transmitir el virus aproximadamente durante 14 días.

Lo Bueno. Esta crisis ha puesto a prueba a las empresas que han encontrado en el Teletrabajo una salida a la inactividad total; la descentralización de la organización permite reorganizar la estructura interna, evitar el contagio y ahorrar tiempo y dinero. Lo Malo, la distracción, la pérdida de control sobre los empleados, y el ineficiente servicio de internet generan resistencia en muchas empresas.

Lo Bueno.  La crisis trae Oportunidades, el pueblo que es sabio en su reflexión dice “Esta Pandemia nos ha quitado muchas cosas, pero lo que no nos puede quitar es la FE”. Esa FE que nos invita a vivir como seres humanos: Las personas a pensar en ser más solidarias y empáticas con el prójimo y el medio ambiente, los empresarios a pensar en ganar menos y crecer como verdaderos lideres generadores de mano de obra.

Varios sectores tratan de reponerse del shock, con innovación y resiliencia empiezan a mitigar los impactos negativos de esta crisis llegando a suplir las necesidades de consumidores nerviosos del contagio, frenéticos y con escasos recursos. (O)

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