Acupuntura y las defensas /Kléver Silva Zaldumbide

Columnistas, Opinión


MEDICINA INTEGRATIVA ORIENTAL

Actualmente numerosos trabajos científicos permiten ircompletando el puente que une a nuestra medicina y la China precisando los diferentes niveles en los que actúa la Acupuntura y la Moxibustión. Los resultados de una buena búsqueda bibliográfica internacional de miles de publicaciones clínicas y experimentales sobre Medicina Tradicional China y su acción inmunoestimulante están disponibles en el Centro de Documentación del GERA(Groupe d’ Etudes et de Rechereche en Acupuncture), de numerosos científicos médicos investigadores de Oriente y Europa. El autor de la primera obra importante en Occidente sobre acupuntura, Georges Soulié de Morant, especialmente cuando comprobó en 1901 los efectos positivos que tenía la acupuntura sobre una grave epidemia de cólera mientras ejercía sus funciones de diplomático en Pekín. Las primeras investigaciones científicas sobre la acción de la Medicina China en las enfermedades infecciosas, tanto humanas como animales, indicaban ya, desde los años 50, la existencia de una estimulación del sistema inmunitario (defensas).

Hoy la acción de la acupuntura sobre el reforzamiento de las defensas del organismo está fuera de toda duda y sus mecanismos de acción se van precisando constantemente. Existen datos de que la Acupuntura y la Moxibustión chinas actúan con efecto antiinflamatorio con acción sobre neuromediadores, substancias endógenas morfinomiméticas aumentando las tasas plasmáticas de substancias opioides como encefalinas y endorfinas, acciones sobre la inmunidad tisular, humoral, acción neuroendocrina y sobre el interferón, acción antitóxica y acción antialérgica. Aumento del poder bactericida leucocitario, aumento de la capacidad fagocitaria, aumento de la movilidad de macrófagos y neutrófilos, aumento de la tasa de transformación de linfoblastos, activación de Células NK, aumento de las fracciones del complemento. Aumento modulatorio del número de leucocitos e inmunoglobulinas. Aumento de la tasa de anticuerpos, inmunoglobulinas, beta globulinas, gamma globulinas, IgA, IgG, IgM, aumento de la tasa de opsonina, aumento de la actividad opsoninocitofágica, aumento de las tasas de aglutininas y hemolisinas. Aumento de linfocitos T y B. Con estas acciones el paciente deja de enfermarse “a cada rato” disminuyendo además la severidad.

Podemos, por lo tanto, afirmar concluyentemente que la Acupuntura posee una acción fundamentalmente reguladora y restauradora sobre nuestras defensas de una manera sostenida y definitiva, lo que no hace casi ningún fármaco, y si lo hace sólo mientras se está administrando. Esto se corrobora también en algunos trabajos como por ejemplo los citados sobre los linfocitos B y T con moxibustión del 4JM donde la acción solo se evidencia en pacientes inmunodeprimidos. (O)

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