La madre / Editorial
Esta palabra encierra todo un engranaje de verdades, de sentimientos, de aspiraciones del ser humano que se conjugan entre si, que afloran todos los días cuando de exteriorizar el amor a la Madre , que todo cuanto se exprese de Ella, de aquel ser sublime siempre será limitado y pequeño frente a su innata grandiosidad.
Los poetas han cantado a la Madre relievando su amor infinito para sus hijos. Los intelectuales han escrito libros, ensayos, proclamas para ponderar la grandeza de aquella Mujer como Madre, como Esposa, que desborda sus sentimientos con fluidez y con espontaneidad, sin egoísmos, sin discriminaciones y en forma desinteresada como siempre sabe hacerlo.
La Madre en todo momento está dispuesta a sacrificarse por el hijo, de aquel ser concebido en su vientre y de nacido de sus propias entrañas, de ser parte de su carne y de su espíritu, de su personalidad, de sus sentimientos. La Madre se solidariza y sufre con sus angustias y con sus colores, asi como goza con los triunfos y sus éxitos de sus vástagos.
La Madre es el pozo de sabiduría que enseña, educa y guía a sus hijos. Es parte fundamental de sus formación integral, principalmente en los valores humanos, en los principios morales y humanistas. A la Madre se la debe amar, respetar y homenajear todos los días de la existencia, no solo en el dia que señala el calendario.
Además, en la ancianidad los hijos no deben olvidar a la Madre. Deben ser recíprocos con todo lo que recibieron de Ella con generosidad y desinterés. (O)