Del Centro Forense a la fosa común
No hubo lágrimas ni un ser querido que recuerde sus bondades, aunque tuvieron una sepultura digna. En el cementerio ‘San Vicente de Picaihua’ en el sitio destinado para las personas no identificadas o fosa común, fueron sepultados 13 cadáveres que reposaban en el Centro Forense de Ambato desde el año 2014.
Durante ese tiempo nadie se acercó a reconocerlos y después de un minucioso proceso legal se hizo la inhumación de los cuerpos. Cada uno fue sepultado en un respectivo ataúd y en la lápida se sentó la fecha del levantamiento del cadáver, lugar, número de ingreso y la fecha de la inhumación. Cada féretro tenía un ramillete de rosas y pegado la fotografía del cuerpo.
De estos 13, tres pertenecían a mujeres y dos estaban identificados. Martha Villamarín, directora general del Servicio Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forense, mencionó que desde el 2017 empezaron con el levantamiento de información y se encontraron con cadáveres que estaban desde el 2014 que no habían sido reclamados.
Para el proceso de sepultura solicitaron la colaboración de la Municipalidad que donó el espacio donde fueron sepultados. La Fiscalía mantiene el proceso de datos archivados para que si en algún momento los familiares requieren identificarlos se les facilite el proceso de exhumación.
El alcalde Luis Amoroso recalcó la sepultura de una manera digna de quienes perdieron la vida y no fueron reclamados por sus seres queridos.
Villamarín explicó que los cadáveres estaban en cadena de custodia y fueron sometidos a estudios técnicos y especializados y con respectivos perfiles genéticos.
Al finalizar, el fiscal Celso Lescano solicitó un minuto de silencio en memoria de los 13 cadáveres y en espera que en algún momento los familiares acudan a reconocerlos. (I)