Votos de fe para la Virgen de la Elevación

Interculturalidad
Mujeres y varones caminaron hasta el sitio del milagro. (Foto El Heraldo)

La devoción a la patrona de la Diócesis de Ambato, la Virgen de la Elevación se demuestra cada año con el aporte y la compañía en cada uno de los programas organizados durante el año en su honor.

Para el vicepresidente del Consejo de Pastoral, Marco Medina, mediante la fe de los priostes el amor a la Virgen sigue latente. Recordó cuando la Virgen se apareció al indígena Juan Chacarín y cómo se instauró esta fecha.

En 1797, luego del terremoto, inmediatamente la gente reaviva la devoción a Nuestra Señora la Elevación en Santa Rosa. A los 15 días del desastre se hizo una fiesta en honor a la madre de Dios. Esta celebración fue un domingo antes de Carnaval. Desde entonces cada año se preparan actividades en su honor.

Una de las actividades es la procesión, se juntan más de 100 priostes para transportarse en bus hasta Pilahuín y continuar en caminata hacia la iglesia construida en el sitio donde se dio el milagro.

“Existen dos fiestas instituidas en Santa Rosa, la primera en noviembre con la peregrinación desde la catedral y antes de Carnaval con el aporte de los priostes”, añadió.

Desde que empezamos a construir la ampliación de la Basílica de Santa Rosa se organiza la caminata hasta el lugar donde apareció del Virgen, según el presidente de los priostes, Hélder Núñez.

Aseguró que no sería la única vez en programar estas actividades. En noviembre está la peregrinación desde el centro de Ambato hasta Santa Rosa y en mayo, mes de María, también la veneramos.

Las fiestas continúan el miércoles 13 con la eucaristía de inicio de fiestas y las novenas. Finalmente el domingo 24 la misa campal. Rosario Naranjo fue parte de la caminata en agradecimiento a un favor realizado. “Los milagros que a nosotros nos hace demuestran su amor infinito. Viví en carne propia su bondad, porque mi hija pasó momentos difíciles en su universidad y, a pesar de su esfuerzo, no veía esperanza en salvar el semestre. Con mis rezos diarios y suplicándole que no quería sufrir o llorar más; ella intercedió con su hijo y le ayudaron”, indicó. (I)

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