Voto obligatorio / Andrés Jaramillo Torres

Columnistas, Opinión

A cuatro meses de las elecciones presidenciales y para la legislatura cabe realizarse la siguiente pregunta: ¿es el voto obligatorio un mecanismo idóneo de elecciones democráticas? 

El hecho de que el voto sea obligatorio aumenta la participación electoral, pero esto no significa que la mayoría de los votantes tengan interés en participar del proceso de elecciones. Gran parte de la población no está interesada ni la trayectoria política de los candidatos, ni en su ideología política, ni en los méritos profesionales y académicos de los mismos. 

En este sentido, los candidatos saben que más allá de sus  atributos y conocimientos en política, necesitan ser populares y aceptados entre las masas. Para ello, utilizan estrategias para seducir, impresionar, crear emociones y expectativas de aquellos que no están interesados en el proceso electoral, pero que están obligados a votar, pues conocen que su voto es indispensable para llegar al poder. Sobre esta idea puede revisarse el libro “Psicología de las Multitudes” de Gustavo Le Bon. 

De cara a las elecciones de febrero de 2020, sugiero al lector que no se limite a escuchar discursos o leer propuestas (mismas que generalmente contienen falsas expectativas) para dar su voto. Las personas elegidas para gobernar un país deben tener formación específica para ello. Por esto, invito a los votantes a que investiguen sobre el pasado político de los candidatos, su formación académica, profesional, su ideología política, y elijan conforme estos criterios. 

El voto debe ser racional. No vote por obligación ni por otros criterios triviales (carisma, apariencia física, etnia, edad), sino por convicción de que su candidato tiene formación, experiencia y capacidad política.  

A partir de los aspectos antes mencionados, sostengo que el voto debería ser facultativo en Ecuador. Que vote aquel que esté interesado: a) en el proceso electoral, b) en el futuro del país, c) conozca de las virtudes y desventajas de las diferentes ideologías políticas a la hora de gobernar. Mientras se vote por obligación, gobernará aquel que domine técnicas de persuasión e ilusión de las masas, independientemente de su capacidad para gobernar. (O)

 andres.jaramillotorres@gmail.com 

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