Vitalidad mental / Jaime Guevara Sánchez

Columnistas, Opinión

El mundo actual es un escenario muy complejo. basta considerar los graves tropiezos que los seres humanos estamos pasando y seguiremos pasando por largo tiempo para razonar sobre varios vacíos, y concluir que debemos prepararnos a conciencia. 

La mente es un instrumento curioso. Es como un musculo que crece suave y blandengue sin ejercicio. Y mientras más tiempo se le permite permanecer ociosa, más difícil es traerla de regreso al entrenamiento de pensar. 

Autoridades en la materia (Dr. Oliver Wendell) dicen que la mente humana es como una cuenta de banco. Mientras tu sigas poniendo suficiente dinero en el banco, tu chequera es el libro más mágico del mundo. Todo lo que tienes que hacer es mojar tu pluma en buena tinta, hacer unos cuantos rasgos caprichosos, y se convierte en el ábrete sésamo para los deseos de tu corazón.

Pero, simplemente deja de hacer amplios depósitos, y la magia se evapora con un mensaje cortés e imperioso del banco: «Sin fondos.» Muchas personas tienen una correspondiente experiencia mental. Siguen sacando sus reservas intelectuales mucho tiempo después de que han depositado algo contra que sacar. 

Desafortunadamente, sin embargo, no hay un banco que los notifique que ya no tienen un centavo de fondos mentales. De manera que ellos continúan, en su conversación, en sus cartas, en sus mensajes computarizados, en sus diarias actividades, haciendo sus negocios mentales, aunque ya son intelectualmente quebrados.

Hay que estar prevenidos de esta quiebra intelectual. Puede ocurrir con la más grande facilidad, a pesar de cuatro o cinco años de lo que técnicamente es conocido como educación superior. Todo lo que tienes que hacer es deslizarte por un ario o dos, permitir que tambaleen tus activos mentales, y puedas cancelar gran parte de la transacción de educación formal que tu estas concluyendo ahora. 

Lo que tus pones en tu mente entre la edad de veinte y los treinta y cinco años determinasen, en gran parte, cuanta trascendencia puedes poner en tu vida y cuanto significado pue-des obtener. 

Esos son los años vitales de crecimiento y retención cerebral, asumiendo, por supuesto, que ha habido actividad y desarrollo durante los años previos. (O)

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