Violencia / (Jaime Guevara Sánchez)

Columnistas, Opinión

Hay tratados filosóficos, antropológicos, que discurren sobre los problemas que trajo la aparición del hombre en la tierra. La generación de civilizaciones, de razas, de creencias. El surgimiento de una variedad de dioses que sustituyeron a las divinidades atmosféricas y terrenales de tribus primitivas, hasta llegar a los radicalismos teológicos que han degenerado en la violencia sangrienta del mundo de hoy.

Por el año 610 apareció en la Meca un nuevo profeta, Mahoma, hola qué de la tribu Quraysh, que fue como la nueva encarnación de los viejos profetas hebreos. Al principio la gente no le prestó mayor atención, pero cuando se marchó a Medina, pueblo ubicado a trescientos kilómetros de su lugar natal, su éxito fue extraordinario.

Diez años más tarde Mahoma murió, después de haber conseguido unir a las tribus árabes e inspirarlas de fervor único que más tarde los capacito para conquistar el mundo. Damasco fue capturada en el año 635, Jerusalén en el 637. La conquista de Egipto se completo en el 641; Persia  el año siguiente; algo mas tarde, por los años 710-712, España.

Por ese tiempo, los musulmanes – los seguidores del profeta- dominaron y gobernaron el gran cinturón, de principio a fin, desde Asia central hasta el Lejano Oriente.

Los musulmanes fundamentalistas, de hoy, han mantenido ese dominio a sangre y fuego… Pero, ¿son los musulmanes los únicos seres violentos de la tierra?

Sí sobre el ser humano violento, el Dr. Rodrigo Borja expresidente de la República, expresa conceptos que deberían hacernos meditar profundamente: ´´El ser humano es uno de los animales más violentos que existe sobre la tierra. No conozco sino una raza de roedores más violentos y crueles que el ser humano. Y el ser humano es un hombre violento a lo largo de la historia. Parece que la violencia y la agresividad está en nuestro código genético, y es por eso que no mejoramos.

Antes la humanidad se atacaba con machetes y con lanzas, hoy es con bombas atómicas, pero siempre existe la violencia. Lo trágico es que tomamos nombres de animales y decimos que una conducta es bestial o brutal, cuando los animales son menos cruentos que el ser humano, cuando las conductas violentas no vienen precisamente de los animales sino de los seres humanos.

Mientras el ser humano sea así, violento, intransigente, agresivo, con afán de dominación, de sometimiento, de esclavización del prójimo, creo que la violencia seguirá…´´

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