Violencia de Género / Alejandra Sánchez Psicóloga Clínica

Columnistas, Opinión

Actualmente, existen muchas películas, programas de televisión, libros, redes, canciones entre otros que muestran la violencia de género que existe en la sociedad. Se considera violencia de género a cualquier acto de violencia que sea sexista y que resulte en un daño físico, psicológico o sexual; incluido las amenazas y la coerción o privación de la libertad.  Muchas de estas conductas que se presentan de violencia de género se deben ya que por muchos años se ha construido colectivamente la creencia de que el hombre es superior y el que tiene el control, esto ha llevado a que las mujeres se sientan inferiores y en una posición de sumisión y a que necesiten la aprobación y aceptación de su pareja para sentirse bien. Así como, se ha enseñado a los hombres que deben mostrarse dominantes y siempre fuertes. A nivel mundial, aproximadamente 1 de cada 10 mujeres ha sido agredida por su pareja en alguna ocasión, las estadísticas mundiales indican que el 75% de las víctimas de actos de violencia cometidos por el cónyuge son mujeres. En una investigación en la ciudad de Quito en el sector popular se encontró que el 60% de las mujeres fueron golpeadas por sus parejas. La violencia de género es una problemática que sigue presente en la sociedad y que trae varias consecuencias para la víctima que a veces pueden ser fatales. Se han hecho muchos esfuerzos a nivel mundial en contra de la violencia de género Sin embargo, aún queda mucho por hacer para que la violencia de género  pare ya que es algo que ha venido desde hace mucho tiempo atrás y que en sociedades como la nuestra está implantado en la cultura. El camino más óptimo para terminar con la violencia de género es tomar consciencia de que es un conflicto colectivo y que nos corresponde a todos la prevención, comenzando desde los niños, con un cambio global en la manera en que se muestra las relaciones entre hombre y mujer, cuestionando los roles y estereotipos. Trabajando también con las personas  adultas con el objetivo de que puedan transmitir creencias y patrones alejados de lo que mantiene actualmente la violencia de género.

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