Tradiciones que no quieren desaparecer

A pesar que la pandemia no ha terminado las tradiciones y costumbres en diversos sectores tratan de mantenerse. Prueba de ello fue el reciente feriado de carnaval en que se ratificó que se busca conservar la música a través de bandas de pueblo.

La alegría fue evidente en diversos sectores de Tungurahua. Reducidos número de asistentes disfrutaron de los ritmos para demostrar que el optimismo no se pierde.

La crisis sanitaria impidió que la mayor parte de los pobladores no acudan a los festejos. 

Se destaca que los carnavales siempre llaman la atención, ya que son únicos y atraen a miles de visitantes; sin embargo, este año fue diferente por el temor de propios y extraños a contagiarse del Cóvid-19.

Pese a esta realidad el positivismo es real en la colectividad. Las calles sirvieron para al menos alegrar la tarde en el último día por carnaval.

A esto se acompañó el juego con agua aunque a varias personas no les gusta a otras sí. En camionetas trasladaban tanques del líquido vital para mojar a los vecinos y familiares.

Se anhela que la situación cambie para el próximo año y la alegría sea completa. (I)