Shigras y talabartería en ferias rurales

Interculturalidad
La confección de las artesanías cautivan a los clientes. (Foto El Heraldo)

María Ester Chimborazo llegó desde la parroquia Santa Rosa para ofrecer bufandas, ponchos y shigras tejidas a mano. Este es parte de su emprendimiento familiar que lo inició hace más de 30 años.

Su madre fue quien enseñó a tejer y a conservar tradiciones de su pueblo, con el afán de ser útil a la sociedad a través de propio esfuerzo.

Junto a su esposo quien también confecciona los conocidos zamarros que son vendidos en ferias de la localidad y provincia.

Dichos artículos son solicitados, ya que conocen de la habilidad que le ponen al momento de confeccionar los artículos de talabartería.

María, aseguró que en su parroquia quedan pocos artesanos que mantienen la tradición en la confección de lo señalado.

Las shigras y carteras son elaboradas con hilo o con cabuya, material rústico y duradero que es llamativo a la mirada de los turistas.

Cada producto lleva una semana elaborarlo; sin embargo, todo depende de lo difícil de la confección y tejido. Cada producto va desde cinco dólares en adelante.

La confección de zamarros se realiza cada semana entre 20 y 40. Todo depende de los pedidos que tengan.

“Recorremos las ferias en Pilahuín, especialmente con la venta de shigras. Siempre caminamos, ya que necesitamos el dinero para mantener a nuestros seis hijos”, comentó.

Durante la pandemia, la venta la realizaban a través de las ferias virtuales coordinadas por el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES).

Sin embargo, María señaló que hace falta mayor promoción a los artículos que se venden en las comunidades rurales de la provincia.

Adicionalmente, aseguró que es necesaria la realización de ferias productivas donde la presencia de la mujer rural sea absoluta. (I)

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