SERIE LEONARDO DA VINCI: LOS MISTERIOS DE LA ANATOMÍA / Patricio Chambers M.

Columnistas, Opinión

Entre los múltiples aportes que Leonardo da Vinci hace a la ciencia, se destacan sus estudios de anatomía, lo cual le permitieron conocer las proporciones físicas de las personas, logrando bosquejos con asombrosa exactitud de la figura humana y, que hoy constituyen verdaderas obras de arte.

Carlos Viesca Treviño recalca que “Leonardo no es anatomista, no es médico. Es un artista científico fuertemente atraído por la Anatomía, pero con una posibilidad de esculpir y dibujar el cuerpo humano. Él decía que éste tiene proporciones canonícas, es decir, una proporción regulada que nos permite manejarnos para hacer escultura y representaciones de seres humanos, de altísima fidelidad y calidad.”

Nos recuerda también que Da Vinci llegó al mundo de la Medicina y comenzó a diseccionar cadáveres de criminales para sus estudios anatómicos, algo penoso debido a los problemas de higiene y conservación de los cuerpos; sin embargo, en la época era de los pocos en tener el permiso para realizar estos procedimientos.

Probablemente empezó su estudio de la anatomía como parte del trabajo previo para realizar un tratado de pintura, dado que, en su momento el cuerpo humano era el tema principal del artista y, para pintarlo correctamente, debía comprender su estructura.

Desde un inicio el interés de Leonardo por la anatomía fue mucho más allá de lo requerido por un artista, pues incluyó en sus observaciones el recorrido de los nervios, la estructura del cerebro, entre otros más.

Se conoce que en 1489 Leonardo pudo conseguir cráneos humanos; los seccionó para investigar su estructura y anotó sus descubrimientos en las páginas de un cuaderno.  También trató de deducir el recorrido de los nervios sensoriales y la forma del cerebro.

Consideraba que este conocimiento era clave para investigar las emociones y la naturaleza de los sentidos, pero se percató de que esas realidades estaban más allá de las estructuras físicas.

En la época del Renacimiento se hablaba de que el cuerpo humano era un reflejo de la forma armoniosa del universo, por lo que en torno al año 1490, Leonardo realizó un estudio detallado de las proporciones humanas.

Esto lo representó en su famoso dibujo del «Hombre de Vitruvio» como una suerte de modelo ideal, pues en la práctica nuestras formas no coinciden exactamente con tales proporciones, aunque tiendan a ellas y por eso las expresó en doceavos, diecisieteavos etc.

Además, pintó venas y arterias. Se interesó por las estructuras óseas, musculares y viscerales tratando de comprenderlas a través de las disecciones y el análisis. Estudió el ojo y el sistema cardiovascular, los aparatos respiratorio y digestivo, los sistemas genitourinario y reproductor de los que realizó dibujos asombrosos. Se introdujo en la Embriología e hizo el primer dibujo conocido de un feto en útero.

En septiembre de 1513 se trasladó a Roma, tratando de reanudar sus investigaciones en el hospital del Santo Spirito, pero al parecer lo acusaron de prácticas indecorosas, por lo cual no continuó más.

Deja una respuesta