Serie anticorrupción: Los planes anticorrupción / Ing. Patricio Chambers M.

Columnistas, Opinión



El combate contra la corrupción implica tomar medidas y desarrollar acciones en los diferentes niveles de gobierno, como la generación de planes anticorrupción en toda entidad pública tanto local como nacional para precautelar la integridad del Estado.

Dichos planes forman parte de un paquete de herramientas diseñadas para “cerrar el paso” a todo acto ilícito dentro de la gestión pública tanto como aquella asociada con la gestión privada, pues es claro que cualquier acto de corrupción siempre tiene dos caras: lo público y lo privado, está el corrupto y el corruptor.

Básicamente es un instrumento de carácter preventivo para el control de la corrupción, su metodología incluye cinco componentes que funcionan de manera autónoma e independiente entre sí y que contienen parámetros y soporte normativo propio con componentes que contemplan iniciativas adicionales.

Tal como lo señala el informe “Estrategias para la construcción del Plan Anticorrupción y de Atención al Ciudadano” elaborado por la Secretaría de Transparencia de Colombia, un primer componente constituye la llamada “metodología para la identificación de riesgos de corrupción y acciones para su manejo”.

Dicha metodología establece los criterios generales para la identificación y prevención de los riesgos de corrupción de las entidades, permitiendo a su vez la generación de alarmas y la elaboración de mecanismos orientados a prevenirlos o evitarlos; acompañadas de una necesaria simplificación de trámites.

Su base es un Mapa de Riesgos de Corrupción, definidos como “aquella posibilidad de que, por acción u omisión, mediante el uso indebido del poder, de los recursos o de la información, se lesionen los intereses de la entidad y en consecuencia del Estado, para la obtención de un beneficio particular”.

Evidentemente esto tiene una causa que también tiene que ser identificada y que generalmente forman parte de un conjunto sistemático de situaciones que, por sus características, pueden originar prácticas corruptas asociadas a cada los procesos y procedimientos de una entidad de gobierno.

Esto significa que existen procesos y procedimientos susceptibles de actos de corrupción, y por ello al identificarlos la entidad podrá fijar sus riesgos y soluciones;

Existe un gran número de ellos y un claro ejemplo de ello es la concentración de autoridad o exceso de poder, lo cual lleva a una extralimitación de funciones en un entorno de lo que termina siendo amiguismo y clientelismo alrededor del fraude a cometer.

Desde el ámbito netamente público, es común encontrar elementos como la inclusión de gastos no autorizados o inversiones de dineros públicos en entidades de dudosa solidez financiera, a cambio de beneficios indebidos para servidores públicos encargados de su administración.

Pero también elementos vinculados directamente con el área privada como la contratación con compañías de papel o el diseño de estudios de factibilidad previamente dirigidos a beneficiar a ciertos intereses particulares.

En fin, es indispensable que el Ecuador implemente políticas de lucha contra la corrupción, pero por sobre todo, que forje una cultura ciudadana de valores humanos que nos aleje de este tipo de prácticas. (O)

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