Salud mental redujo sentencia
En Benítez se conmocionaron por el femicidio ocasionado por un adulto mayor en octubre del 2019. (Foto El Heraldo)
En octubre del 2019 en la parroquia Benítez de Pelileo se conmocionaron cuando se enteraron que Ángel L., de 73 años de edad había asesinado a golpes a la mujer de 68 años y después de cometido el femicidio intentó quemar la casa.
A los 11 meses de ocurrido esta muerte, el Tribunal de Garantías Penales de Tungurahua declaró culpable al adulto mayor y lo sentenció a una pena atenuada de cuatro años y diez meses, las autoridades consideraron esa sentencia por su estado mental. Además, deberá pagar una reparación integral de 20.000 dólares a favor de la familia de la víctima.
En la audiencia de juzgamiento, el fiscal David Suárez, demostró ante el Tribunal la responsabilidad del sentenciado, presentó pruebas testimoniales, documentales y periciales, entre ellas el resultado de la autopsia que concluyó que la muerte fue el resultado de varios traumatismos craneales; es decir, golpeó a la esposa hasta quitarle la vida.
La nieta descubrió la muerte cuando se dirigió al domicilio de los abuelos a fumigar los sembríos. Cuando golpeó la puerta, no recibió respuesta y con el esposo intentó abrirla, se dieron cuenta de que estaba atrancada con una barra.
Después de varios minutos, la pareja consiguió ingresar a la vivienda y observó a la víctima que yacía en el piso, mientras que Ángel quedó recostado sobre la cama con varios golpes en la cabeza.
En un principio se presumió que una tercera persona cometió el delito, pero de acuerdo a las investigaciones serían causadas por la víctima mientras se defendía.
El delito de asesinato está tipificado en el artículo 140, numeral 1, del Código Orgánico Integral Penal (COIP) y aunque determina una pena privativa de libertad de veintidós a veintiséis años, se aplicaron las circunstancias atenuantes del artículo 45, del mismo cuerpo legal, relacionados con la salud mental del ya sentenciado, explicó el fiscal. (I)
