Reflexiones al término e inicio de año/ Ing. Patricio Chambers M.

Columnistas, Opinión

Cuando una puerta se cierra otra se abre, dice un adagio popular y hoy nos encontramos precisamente en ese punto. Un año a terminado y empezamos uno nuevo como parte de la realidad dinámica en la que todos estamos inmersos.

Hemos vivido un año complicado y doloroso, la pandemia de la Covid-19 ha afectado al planeta entero. Esto debe llevarnos a hacer algunas reflexiones que nos permitan avanzar con mayores certezas; echemos una mirada hacia nuestro interior y también hacia el mundo externo; hagamos una retrospectiva de estos doce meses y también proyección de los siguientes, pues hay un hilo conductor que los une.

Se dice que todo en el universo es cíclico y que nada ocurre por casualidad, porque cada cosa tiene una razón de ser, un porqué y un para qué. También se habla de que al ser humano no se le otorgó el don de conocer el futuro.

A pesar de ello, si podemos imaginarlo y proyectarnos, conscientes de que habrá que construirlo seguramente superando multitud de retos y recordando que el futuro es el resultado de lo que hagamos o dejemos de hacer.

Hay una frase del pensamiento oriental que dice: «si quieres saber quién fuiste, mira quién eres; si quieres saber quién serás, mira lo que haces» y si esto es así, debemos revisar continuamente nuestros actos y ver hacia dónde nos están llevando, obteniendo además lecciones aprendidas tanto de los errores como de los aciertos; ya que a la final la historia es maestra de vida.

Al encontrarnos al final de un ciclo anual e inicio de otro, es momento de revisar lo que ha sido de nuestra existencia durante estos últimos 365 días. Lo más probable es que todavía tengamos temas por resolver, así que afrontémoslos cuanto antes para evitar que se conviertan en cargas difíciles de sobrellevar en los meses venideros, alivianada la carga podremos continuar con mayor libertad.

Revisemos también esos momentos en los que pusimos en juego lo mejor de nosotros, observando sus resultados, de manera que nos sirvan de experiencia para lo que nos viene por delante. Reflexionemos sobre lo que pudimos hacer bien tanto como en lo que no, al igual que aquello que dejamos de hacer, pues todo eso nos hará más conscientes de los obstáculos a vencer como parte de la vida misma.

Aquí una recomendación de Delia Steinberg G. cuando afirma que: “es hora de recibir las dificultades como algo inherente a la existencia. Es hora de volverse sólidos, dignos y felices, aun en medio de los problemas, porque es la mejor manera de salir de ellos. Saber y ver con claridad, nos ayudará a no esperar del Nuevo Año dádivas regaladas, y nos permitirá obtener auténticos dones, convirtiéndonos en magos prodigiosos del destino de todos y de cada uno”.

De esta manera estaremos seguros de contribuir a la construcción de una sociedad y un mundo no sólo nuevo sino mejor. (O)

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