Reactivar la economía el Gran Dilema / Edison Narváez Z.

Columnistas, Opinión

La estrategia de reactivar la economía se convierte en un dilema para un presidente que encuentra el país sumergido en una crisis económica sin precedentes (decrecimiento económico del 7,8%) y profundizada por la pandemia. En este sentido, el presidente Lasso ha sido preciso y taxativo en manifestar que la empresa privada y la inversión extranjera serán factores clave en la generación de ingresos en varios sectores, uno de ellos el sector petrolero.

Dentro de este contexto se ha manifestado la decisión de incrementar la producción petrolera a un millón de barriles diarios (actualmente se explotan alrededor de 530 mil barriles diarios). Sin duda un empeño ambicioso y que de alguna manera concuerda con la decisión tomada en esta semana por la OPEP de continuar con su plan de restablecer de forma gradual el abastecimiento del crudo al mercado, bajo la expectativa de una recuperación de la demanda, en virtud de que la distribución de las vacunas viene mejorando su ritmo, especialmente en los grandes consumidores como Estados Unidos, Europa y China que prácticamente han controlado al Covid-19;  consecuentemente, de a poco van reactivando su mercado; adicional el dilatado acuerdo nuclear entre Estados Unidos e Irán prevén el incremento de los precios del barril del petróleo.

No obstante de lo anotado, el petróleo siendo nuestro principal producto de exportación es tan volátil que su producción y costo no los controla el Ecuador, los controla la OPEP y los productores más grandes; en este sentido, cuando se dispone que la producción aumente, el precio del barril del petróleo ecuatoriano baja y por tanto se reducen los ingresos; de la misma manera si la OPEP decide reducir la producción los precios del petróleo suben; en principio esto es bueno para el país, sin embargo lo que sucede es que se incrementan los precios de los combustibles refinados en el exterior y nos devuelven más caros. Resultado final el país tiene que seguir subsidiando los combustibles. Por tanto, conviene al Ecuador una estabilidad de la producción y de los precios del barril de petróleo. Por ahora el precio del crudo ecuatoriano se está cotizando en algo más de $60 dólares el barril, lo cual le viene bien a un país tan necesitado de ingresos.

De la misma manera no debemos olvidar la venta anticipada de petróleo que tuvo la bondad de realizar el gobierno de la revolución ciudadana a Petrochina y Petrotailandia; es decir que no toda la producción actual de petróleo es ingreso para el país, porque una buena parte de lo que se produce se debe destinar para cumplir las obligaciones que Correa realizó con los países asiáticos, esto es hasta el 2024. Parece cuento, pero es una realidad triste que debe enfrentar el nuevo gobierno. (O)

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