Querer es poder / Hernán Marcelo Guerrero

Columnistas, Opinión

Los propósitos o intenciones que muchas personas solemos hacer al comenzar el año nuevo con el objetivo de cambiar o conseguir algo, están relacionados más frecuentemente con hacer deporte, viajar, perder peso, dejar de fumar, cambiar el mal carácter y más, mismos que lo podemos realizar en cualquier momento, pero como que es más efectivo en un comienzo del año en función de que nos impulsa para el logro de propósitos siempre anhelados.

Especialistas en el tema se refieren que estos propósitos no se cumplen solos, dependen de cada persona, siendo lo más habitual que fracasen debido a que suelen ser muy ambiciosos, inespecíficos, poco realistas y no meditados. Lo primero que hay que hacer es realizar un examen de conciencia, conocer nuestros intereses, capacidades y limitaciones, fuerza de voluntad, carácter y deseos específicos de conseguir algo; siendo importante que conozcamos y analicemos el entorno, como que no conseguiremos dejar de fumar en medio de fumadores. Luego, debemos elegir metas u objetivos concretos y realistas, nada de muy ambiciosos. Cuando dudamos que no lo vamos a cumplir se recomienda trabajar con submetas o medidas de tiempo, en donde se aconseja que nos premiemos ante logros alcanzados. Empero, casi siempre hay RECAÍDAS que no debe anularnos, antes, por el contrario, deben ser motivaciones para nuevas oportunidades. Tener un amigo o compañero que esté con el mismo objetivo es beneficioso por cuanto se estimulan mutuamente, si alguien cae tiene al otro que lo levante. Se aconseja que cuando hay recaídas recomenzar en un día importante para la persona, podría ser el primero del mes, un cumpleaños o un onomástico. En definitiva, hay que partir del aserto: “querer es poder “.

Y hoy en lo que nos ocupa hasta Febrero en el contexto en el que transitamos, anhelamos que nuestros gobiernos, sobremanera los candidatos tengan propósitos alcanzables o cumplibles, aunque mucho se  duda porque se han  pasado pensando y planificando qué mentiras decir. Es decir como encuestas falsas en internet y de esa forma conseguir que una serie de incautos decidan darles sus votos, así mismo cuántas gentes contratar para que les hagan propaganda. Tampoco renunciarán a las famosas visitas “puerta a puerta”, a los mercados y más sitios de afluencia ciudadana para besar a quienes se pongan al alcance de sus garras, para acariciar y besar a los niñitos mocosos a quienes, en época normal, no desearían ni tener cerca. En fin hoy te saludan y mañana ni un hola dan, la campaña arrancó y una vez más los ecuatorianos, y ambateños en particular, nos vemos avocados a un nuevo “circo” de gestos y afectos.

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